martes, 26 de julio de 2022

BANCOS

Se que me repito, pero no me queda más remedio que insistir, aun a sabiendas que este blog tiene una difusión muy limitada. El asunto tiene que ver con los Bancos y cómo nos hemos acostumbrado a sus prácticas mafiosas. ¿Qué razón existe para que una entidad privada tenga nuestros ahorros y haga negocio con los mismos?. No sólo no nos dan nada por ello, sino que sabemos que tampoco nos pueden devolver el dinero a todos, porque lo han prestado. Y con esos préstamos, sacan su beneficio. Vamos, un morro infinito, una caradura inmensa. 

El Banco es una institución que los humanos, no se por qué, admitimos sin pestañear, a sabiendas que es una de las mayores estafas legales existentes hoy en día: nuestros ahorros que son, no lo olvidemos, nuestros, se los confiamos a una entidad privada que se los queda para luego repartirlos en forma de préstamos. Pero si todos los ahorradores van a por sus fondos, que son suyos, el Banco no te los da.

La razón por la que el Banco no te puede devolver el dinero, es porque no lo tiene, lo ha prestado. Sólo devuelve una porcentaje mínimo de lo depositado y a cara perro. Y de los intereses de esos préstamos salen los sueldos, beneficios, gastos generales, etc. Bueno, yo creo que en realidad todo eso sale no sólo de los beneficios, sino del dinero depositado a modo de una estafa piramidal.

Hoy en día los Bancos se han hecho imprescindibles: abono de nómina, cargo de recibos, pagos por terminal, etc. etc. Por lo tanto, la solución es muy simple: no tenemos por qué confiar nuestro capital a una entidad privada que se lucra con nuestros ahorros. Tu dinero lo tienes en casa o en una entidad pública, cuya única función es mantener el dinero de los contribuyentes. Ese dinero no se   presta, de tal manera que si todos los clientes deciden retirar su dinero, no debería haber problema alguno. En cuanto a la financiación de esa Banca pública, sería con cargo a los presupuestos del Estado, como la Sanidad, Educación, Seguridad Social, etc. etc. 

Rebobinemos un poco y hagamos un resumen de cómo la estupidez humana, incluso la mía, llega a niveles inmensos: le damos nuestro dinero a una entidad privada. No sólo no nos paga ni un céntimo, sino que además nos cobra por el favor. Ese dinero nuestro, lo presta hasta límites que no lo saben ni ellos. Y si todos queremos recuperar lo nuestro, es imposible ya que no lo tienen. Y en caso extremo, el Estado, con nuestro dinero, nos garantiza 100.000 euros, algo de lo que yo, no estoy del todo seguro. 

¿Alguien conoce un timo mejor orquestado a nivel mundial? Yo no y además con las leyes hechas a su medida. Así que este escrito pretende despertar conciencias y exigir a nuestros políticos, que más pronto que tarde, creen una Banca pública y gratuita.