Bueno, con la que está cayendo, el pretender solucionar algo por medio de estas humildes líneas, es misión casi imposible. Pero entre unos y otros se puede desbrozar el camino.
Bancos: los bancos deberían estar al servicio del pueblo, esto es, nacionalizados. Los empleados funcionarios. Su misión sería algo parecida a la de ahora, pero sin estar en manos privadas.
Tipos de interés: el interés debe de ser siempre "0". Tanto si es deudor como si es acreedor. No se puede pretender que algo que no existe, el dinero, produzca algo.
Dinero: sólo sirve como medio de intercambio, sin tener valor por sí mismo. Vale el producto, el bien, lo que sea. El dinero es algo para evitar el trueque y hacer las transacciones más cómodas.
Política fiscal: real y progresiva. Hay medios sobrados para el control. Si no se hace es porque no se quiere hacer. Se puede saber si alguien tiene el dinero en Suiza.
Globalización: el mayor de los males. La economía tiene que ser de aquí, de la zona. No nos vale que unos señores en Bruselas o donde sea, decidan sobre nuestras vidas y haciendas. La globalización nos está llevando al esclavismo y a una nueva edad media, donde unos pocos tienen todo y la mayoría de la población malvive.
Derecho a decidir. Cada colectivo escoge su forma de organización. Se acabaron los grandes estados. Nosotros vivimos aquí y decidimos cómo organizarnos.
Comunidad histórica. A este y al otro lado del pirineo estamos un montón de gente que nos podemos organizar como queramos. Nada de votar a los políticos cada cuatro años para que nos mangoneen a sus anchas. Democracia directa y participativa con votaciones y referendums cuando haga falta.
Necesidades básicas: al hombre le basta con la comida y el cobijo. El resto sobra. No nos debemos dejar seducir por el consumo y las novísimas tecnologías, aunque no las descartamos en absoluto. Tenemos que apostar por la educación libre y laica, la sanidad y otros valores que nada tienen que ver con el consumismo desbocado que, además termina con los recursos naturales.
Tierra. La tierra es del común. ¿Qué pensaríamos si el aire fuera propiedad privada? Todo el mundo tiene derecho al uso y disfrute de la tierra, pero no en propiedad. La vivienda tampoco tiene por qué ser propiedad. Alquiler controlado por los organismos populares y a unos precios que tengan que ver con el poder adquisitivo de cada cual.
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