Otra entrega más, en la que podréis disfrutar de otra miniatura de José María Rodríguez Azcárate. En las tardes de los martes y los jueves, me contaba muchas historias, algunas de ellas referentes al mundo de la pintura. Y recuerdo una que me contó, cómo a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, estudiando no me acuerdo dónde, su profesor le criticaba su pintura realista, añadiendo que las tendencias del momento ya no iban por ahí. Las vanguardias son las vanguardias, ayer, hoy y mañana. Entonces, José María hizo un gran mural abstracto, que por las explicaciones que me dio lo estoy viendo. Su profesor lo vio y quedó literalmente admirado por el resultado, extendiéndose en todo tipo de elogios y parabienes. José María, que tenía una retranca que lo hacía muy mal enemigo le respondió: yo ya he hecho esta pintura abstracta. Ahora, si no le importa, haga usted lo que yo hago. Y literalmente lo dejó frito.
Porque es de sobra conocido, que una persona con aptitudes innatas para el dibujo y la pintura, con los años y un buen aprendizaje, llega a reflejar la realidad con una perfección sublime. Y que el resultado, normalmente, no sirve para nada, a efectos de decir que ha contribuido al desarrollo artístico. Me vienen a la cabeza muchos pintores maravillosos, que no pueden vivir de la pintura. Porque además de conocer el oficio y aún sin conocerlo suficientemente, hay que tener padrinos. Y ahí está la clave. Alguien que te apoye lo suficiente, para que gente a la que le sobra el dinero, decida invertir en tu obra. Ya para terminar, os recomiendo la película "la sombra del pasado", donde uno de los ejes sobre los que gira la cinta es precisamente el mundo del arte. Fue posiblemente lo que más me gustó de la película, ya que el resto de asuntos relacionados con la Alemania nazi, están ya muy tocados.
Monje escribano
No hay comentarios:
Publicar un comentario