lunes, 22 de febrero de 2021

BITCOIN

Hoy voy a tratar sobre el Bitcoin, a sabiendas de que es un asunto difícil. Y lo mejor de todo es que no se qué razones tengo para hablar de algo, de lo que no tengo mucha idea.

A modo de resumen y con un símil con la Bolsa, diré que el año pasado se pagaba unos 4.600 euros por Bitcoin y a fecha de hoy está en unos 46.000. Por lo tanto, ese dinero que tienes en el Banco, que no te produce nada y que con las comisiones y la inflación va mermando, con el Bitcoin lo habrías multiplicado por 10.

¿Esto es así? Pues la verdad es que no lo sé. El patrón de referencia para el valor de las divisas, hasta el año 1971 era el oro. Posteriormente confiamos el valor de nuestras monedas a los Estados, dinero denominado fiat y que va relacionado con el PIB, entre entre otras variables. 

¿Tiene sentido el especular con nuestros ahorros? Nos solemos fijar en aquella persona que hace más de diez años compró Bitcoins por 1 dólar y hoy lo vende por más de 50.000. En estos momentos, hay empresas y grandes fondos de inversión que están comprando. Por eso sube. Y es el momento en el que  mucha gente puede tener tentación de jugar a ser un bróker pensando en ganancias fáciles. Porque... ¿Quién paga 46.000 euros o más, por una cadena de números encriptada? Nadie que no espere volverla a vender por mucho más y eso, queridos amigos tiene un límite.

¿Tiene esto sentido? preguntamos de nuevo. Depende. Es lo mismo que si alguien me pregunta si me parece bien ir al Casino o al Bingo. Es lo mismo. Algunos ganan, indudable. Otros pierden, la mayoría, pero siempre hay alguien que gana: la casa de de compra venta, el casino, el Banco. Siempre gana con la comisión, y según veo, en muchos casos con algo mucho más efectivo: el robo puro y duro.

El Bitcoin en sus orígenes era fácil de conseguir. Lograr la cadena encriptada era relativamente sencillo y se podía hacer incluso con un teléfono móvil. Los primeros Bitcoins tenían un valor inferior a un dólar. Hoy en día, el minar Bitcoins es misión imposible para la inmensa mayoría, porque se precisan potentes ordenadores, en realidad tarjeras gráficas, que consumen cantidad de energía eléctrica. De ahí surgen las granjas de minado. 

Otra forma de conseguir esas cadenas encriptadas es acudir a una casa de cambio. Cada cual es muy libre de pagar por lo que sea, aunque en este caso lo que compras son miles de dígitos en fila, eso sí, con un encriptado potente. Pero el problema viene cuando quieres convertir eso en dinero. Si puedes pagar con Bitcoins pues la cosa no está mal. Pero la reconversión a la moneda de tu país te genera un montón de problemas, no siendo el menor el de las plusvalías.

De todas formas, grandes empresas ya han comenzado a invertir en Bitcoin, porque sólo ellas pueden jugar con las inversiones, plusvalías y pérdidas. Insisto que cada uno es muy libre de pagar por lo que sea, pero considero sumamente peligroso jugar a ser traders, o como se diga. Es muy difícil ganar dinero en la compra venta de lo que sea y lo más normal es que pierdas. Además no olvidemos algo muy básico: sólo ganas cuando vendes a un precio mayor que el de compra. 

Recuerdo hace muchos años cuando las imposiciones a plazo fijo se pagaban al 12% y los préstamos se otorgaban al 18. Con esos 6 puntos de diferencia, el Banco hacía dinero y mucho. Siempre había algún espabilado, alguna empresa, que pedía créditos a nivel internacional a precios muy bajos para la época, por ejemplo al 6% y ese dinero lo ponía aquí al 12. Especulación pura  y dura. En estos momentos con las tasas de interés en negativo, grandes fondos de inversión, grandes compañías, incluso algún Banco, puede tener la tentación de colocar en sus balances Bitcoins. Nada nuevo, un instrumento financiero  más, de los miles y miles que existen.

El dinero es el trabajo y el trabajo es dinero. Siempre estará al acecho el listo que querrá llevarse su parte, cual parásito vulgar. Ha sido siempre así y no creo que la cosa cambien. Tú que lees esto, puedes optar por comprar un Bitcoin por 47.000 euros. Si lo haces como reserva de valor, tipo el oro, allá tú. Si lo haces como inversión, con el fin de revenderlo por mucho más, ya puedes tener cuidado.

El dinero que tienes, tu trabajo, ahí está. Cada vez valdrá menos eso se llama inflación. Puedes gastar y disfrutar de tus ahorros. La cadena sigue y el Bitcoin, a modo de resumen, ahí está como tantísimas cosas intangibles que se compran y se venden. Pero a mí no me pillarán con Bitcoins. Y posiblemente, tal como van las cosas tampoco con dinero.




sábado, 13 de febrero de 2021

Córvidos

Sí, lo que veis en la imagen, es un cuervo. Sucedió ayer por la tarde y casi se me escapa sin sacarle la foto. Pero fui más rápido que él. 

Hay que reconocer que el destrozo que me hicieron en la antena fue importante, según podéis ver en la otra imagen. Además, no sabía cómo solucionarlo. La mayor parte de expertos consultados, me orientaban hacia la colocación de elementos disuasorios a fin de que no se columpiasen en las varillas.

Después de mucho pensar, decidí que, puesto que no podría evitar que las aves volvieran hacia mi antena, lo más eficaz era proporcionar solidez mecánica a las varillas a fin de evitar que se doblaran por el peso. Va a hacer pronto tres años de la reparación y debo reconocer que siempre me sorprendía ver la antena en tan buen estado. Un viento huracanado en diciembre de 2019 me la dobló, pero también lo solucioné con uno hilo de kevlar.

Sé que todo este rollo no os interesa en absoluto a los cuatro o cinco que husmeáis por aquí. Así que no me extenderé más y gracias por vuestra comprensión.






viernes, 12 de febrero de 2021

Antena MFJ 1798


Ayer por la tarde, aprovechando la buena temperatura y sobre todo que no llovía, subí al tejado a revisar la antena de forma visual, ya que sus características técnicas, las compruebo a diario. Cuál fue mi sorpresa cuando descubrí un cuervo en la parte de arriba, demostrando que las cuatro varillas de refuerzo son más que suficientes para soportar su peso. Le hice un par de fotos que colocaré otro día y se fue volando. No se qué ocurrirá el día que se pose un buitre. Ahí os dejo con el vídeo, testigo de una tarde fantástica. Por cierto, subí al tejado con mascarilla.