Como dice el encabezamiento hoy el asunto va de relojes. Y es que, para mí, en lo que respecta a los relojes hay algunos factores que son bastante importantes: el no tener que cambiar de pila y su precisión. Además, el reloj es un objeto decorativo: no necesitamos relojes ya que, con los móviles, son innecesarios.
Hace como unos catorce años, compré el que veis más abajo. Era muy barato y enlazaba por radio con la estación alemana de Mainflingen a través de la onda larga y de esa forma se ponía en la hora exacta. Esa estación, la DCF 77, transmite con una potencia de unos 100 Kilowatios en la frecuencia de 77.5 Khz., equivalente a una longitud de onda de 3.870 metros.
Dejando el reloj por la noche junto a una ventana que apunte hacia Alemania, se suele poner en hora y la indicación de que así ha sido, es la imagen de una pequeña parábola que podéis ver a la derecha de indicación de la hora GMT. Si no aparece el pequeño icono, mala suerte. Este reloj no cumple la norma de energía para siempre, ya que de vez en cuando hay que ir al relojero para cambiar la batería.
Este reloj, por diversas razones, dejó de ponerse en hora y me fue imposible configurarlo, por lo cual, lo dejé en el cajón. Y sobre el año 2014, me compré el que coloco más abajo. Es más caro que el anterior, pero tiene una característica muy importante: se carga con la luz y no hace falta cambiar la batería. De hecho, ya llevo diez años con él y sigue funcionando perfectamente. También se pone en hora con la estación de Mainflingen, en onda larga. Se comprueba si ha enlazado correctamente, mirando la pequeña esfera de abajo, donde se ve que la aguja marca hacia arriba "OK". Si la aguja está hacia abajo y marca "NO", es que no recibió la señal de la estación de radio. Como el anterior, lo suelo dejar cerca de la ventana y apuntando hacia Alemania. Cuando me compré este reloj, la casa Citizen comercializaba otro parecido, pero con enlace vía GPS, o sea satélite. Valía más del doble y eso, me frenó.
Y es por fin, el presente año de 2024, cuando doy el salto hacia el cielo y adquiero el Citizen Satellite Wave. En este caso, ya no depende de la onda larga que suele ser problemática según la ubicación, sino de veinticuatro satélites que giran alrededor de la tierra a una altura de unos veinte mil kilómetros. La frecuencia de transmisión es bastante alta y oscila según los canales, entre 1.1 Ghz y 1.5 Ghz. Traducido a Mhz. entre 1.100 y 1500 Mhz., longitud de onda extra corta, comprendida entre 19 y 26 centímetros. Como referencia, la FM va de 87.5 a 108 Mhz. Y el Wifi sobre 2.5 Ghz. Bueno pues en este caso, la comprobación de la correcta recepción es que el segundero marque "OK", como podéis ver en la foto. La conexión es mucho más fiable y abarca todo el globo terráqueo. Sigue siendo reloj sin batería, que funciona con la luz del sol e incluso con luz artificial.
Consideraciones finales: la precisión es muy alta, pues la señales de radio están sincronizadas con un reloj atómico de cesio, de extraordinaria exactitud. Haced la prueba con dos de vuestros relojes y comprobaréis que la aguja de los segundos en cada reloj va a su bola. En estos no: las agujas de los segundos, van a la vez en ambos relojes.
Por cierto, el Casio resucitó, gracias a mi relojero que le cambió la pila y con gran paciencia lo puso en hora. Al poco, empezó a funcionar el sistema de radio.
Y es que los tiempos, y los relojes, avanzan que es una barbaridad 😉a pesar de perdernos con los megahercios y hegahercios el tema es curioso e interesante. Muy txulos los relojes. Y por fin puedes dejarlo sin mirar a Alemania!!😅
ResponderEliminarDe los tres, los dos primeros siguen mirando a Deutschland
ResponderEliminarLo suponía 😉
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