domingo, 26 de mayo de 2024

KIWI

Hoy vamos a hablar del Kiwi. Kiwi es la fruta que suelo tomar en el desayuno. Son muy buenos y yo suelo comprar los más caros, los golden. Pero, ¿a quién le importa si desayuno kiwis o fruta de la pasión?

El asunto es que, en realidad quiero hablar de otro Kiwi. Y no es otra cosa que un pequeño receptor de radio digital que cubre todo el espectro desde 1 Khz. a 30 Mhz. Recibe en todos los modos posibles, AM, FM ancha y estrecha, LSB, USB, CW y modos digitales. Vamos, la repera, hablando de fruta.

El módulo de recepción no es precisamente barato, ya que ronda los 500 euros. Creo que hay instalados en todo el mundo unos 800 lo que parece poco, pero sin embargo es más que suficiente. Hay que tener en cuenta que el que lo coloca, normalmente radioaficionado, no saca beneficio alguno con la instalación.

¿Hoy en día, hay gente a la que le gusta escuchar la radio? Pues la respuesta es que más de la que imaginamos, en este mundo hiperconectado.

Hace poco, el hijo de un amigo me llamó todo entusiasmado porque había recuperado la vieja radio de lámparas de su abuelo. Me pidió algunos consejos y me comentó lo interesante que es escuchar, sobre todo por la noche, la onda corta. Aún quedan muchas emisoras.

Los equipos de radio de cierta calidad no son fáciles de conseguir. Y lo que hace el Kiwi es poner a tu disposición multitud de equipos de recepción distribuidos por todo el mundo. Sólo tienes que tener un PC conectado a internet. 

Así que sin gastarte un euro tienes la oportunidad de tener un receptor de radio en diferentes zonas del globo. Ya he dicho que hay unos 800. No tienes más que pinchar http://kiwisdr.com/public/ y elegir el país o ciudad del mundo que te interese. Cada receptor permite unos cuatro visitantes a la vez y eso te lo indica la página.

El sistema, no puede ser más sencillo: una antena conectada al receptor y dicho receptor, mediante un cable LAN conectado al router. Ni siquiera tiene que tener el ordenador encendido. Ahí más abajo os dibujo el sistema.

En España, creo que hay unos diez. Por supuesto sólo escucháis lo que escucha el que tiene el Kiwi instalado en su casa.






jueves, 16 de mayo de 2024

BANCOS (OTRA VEZ)

Con el culebrón de la posible adquisición del Sabadell por parte del BBVA, viene a mi cabeza el absoluto error de mantener los bancos en manos privadas: nacionalización ya. Lo vengo diciendo desde hace más de cuarenta años y no me hacen ningún caso.

El otro día, oí por la radio a una ministra del gobierno que decía oponerse a la gran concentración que suponía esa fusión, dado que en caso de quiebra, el fondo de garantía no podría responder por el desmesurado tamaño de la entidad.

Ya sabéis que ese fondo, está establecido en 100.000 euros. Un compañero mío de trabajo, trabajé en un banco como sabéis, decía que el gobierno no puede garantizar esa cantidad en todos los casos. 

No hay banco bueno. Pienso que el sistema de creación de dinero de la nada, no nos lleva más que al desastre, mas pronto que tarde.

Si alguien busca un banco seguro, ahí lo tenéis


domingo, 12 de mayo de 2024

UN MENU DE ALTURA (CONTINUACIÓN)

Ante la sugerencia de una lectora, me complazco en adjuntar el menú que fue servido en el magnífico comedor cuyo vídeo ya habréis visto.

Allá va:

Vermouth de encurtidos, servido en la terraza

Eclairs de crema de salmón ahumado

Arenque ahumado sobre tosta de pan, con crema y perlas de wasabi

Láminas de foie, con mermelada de naranja amarga

Gazpacho de remolacha

Langostinos vannamei con su gabardina

Espárragos con mayonesa de mostaza

Volovanes rellenos de ajoarriero con gambas y huevos fritos de codorniz

Melón impregnado con lima y canela

Café con financier de frambuesa

Vino rosado de Navarra y licores

Me ha dicho el chef que apenas hizo fotos. Los invitados sí que hicieron muchas, pero se fueron a Burdeos. Lo que ignoro es, cómo llegaron.





viernes, 10 de mayo de 2024

UN MENU DE ALTURA

Si nos fijamos en la maravillosa puesta en escena que podéis ver en el vídeo, nos podemos imaginar el nivel del menú. Según parece la pitanza fue para doce personas y conociendo al anfitrión, magnífico cocinero, estoy seguro de que fue un éxito. 

Nada tiene que envidiar a Julie, la protagonista francesa de recorridos culinarios por el hexágono.

Rien plus.



domingo, 21 de abril de 2024

UNA ANTENA

El texto de hoy no va a interesar a demasiados lectores, creo. Pero es lo que me pide el cuerpo, hablar de antenas.

Todo se remonta a hace un montón de años, cuando un amigo mío antenista de tv, me preguntó por algún tipo de antena para escuchar la radio. El cliente era el propietario de un caserío en el monte y debía tener alguna radio de las antiguas o igual de comunicaciones.

Para el que no lo ha probado nunca, en la época de internet, WhatsApp, TikTok, Instagram, YouTube, Facebook, Twittter (X) y demás zarandajas de las llamadas sociales, no os podéis ni imaginar las satisfacciones que incluso hoy en día, puede dar un receptor de radio multibanda, sobre todo por las noches, conectado a una buena antena.

Estos receptores precisan de una antena exterior y lo ideal sería, como nuestro amigo del ejemplo de  arriba, vivir alejado de la civilización y colocar un hilo de cobre largo. La longitud varía según la frecuencia y por supuesto a frecuencias más bajas, mayor longitud de hilo y cuanto más altas, el hilo es más corto.

Así que llegaremos a un compromiso con la longitud y en nuestro ejemplo colocaremos un hilo de instalación forrado, de unos 40 metros. Eso sería media longitud de onda de 80 metros equivalente a a unos 3.750 kilociclos.

En cuanto al receptor, podéis emplear cualquiera, bien de lámparas o de transistores, que sea multibanda. Lo ideal sería un receptor de comunicaciones, que los hay de segunda mano a muy buen precio. La opción más barata es emplear un receptor SDR, conectado al PC. Los hay de todo tipo y a precios muy asequibles como por ejemplo el SDR playuno, de poco más de cien euros. 

La antena es una EFHW de media onda, alimentada en un extremo. La impedancia, qué os importará la impedancia, es de entre 2.500 y 5.000 Ohmios, o sea, alta impedancia. Como la entrada del receptor, si es de comunicaciones, es de unos 50 Ohmios, hay que hacer un transformador o balun con una relación de 49:1.

Los datos no me los he inventado, sino que los he sacado de un radioaficionado EA3GRN, que hace unos vídeos muy chulos en YouTube. Así que lo cito para que no se enfade. No obstante, en libros, como por ejemplo Radio Handbook y otros, hay toneladas de información.

A continuación os presento el esquema de la antena con su acoplador y un dibujito de la realización práctica. 

Como final de la historia, os preguntaréis a qué se debe esa fijación mía en las antenas. La explicación es muy simple: cuando tenía seis o siete años, me operaron de amígdalas. Me dieron cloroformo, algo horroroso y durante la operación tuve un sueño: la antena que bajaba por el patio de la cocina, algo muy normal en los años cuarenta/cincuenta. Ese sueño, marcó una de mis aficiones.