Gracias a la suelta, me he dado el paseo en un día que más se parece al verano que a la primavera. Como cenicienta, mi objetivo es llegar antes de las 12 por aquello de la obsesión de las autoridades por perseguir y multar. Mi experiencia me dice que normalmente siempre caen los mismos, esto es, los que son carne de expediente disciplinario. Pero oye, que nos estamos desviando del núcleo de la entrada de hoy. Decía que si mi objetivo era llegar a casa antes de las 12, lo he cumplido de sobra, pues estaba en el portal a las 11.40. Y ahora, por fin viene lo que os quería contar. Me he topado con una vecina, que tras los saludos de rigor y no pudiendo evitar hablar de lo de siempre, me dice algo que transcribo: tener* en cuenta de que no es un bicho: es el diablo. Me he despedido de ella repitiendo para mí mismo: es el diablo, es el diablo, es el diablo.
Imagen del covid-19, según mi vecina
* Yo creo que debería ser "tened", pero ella ha dicho "tener".
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