El mundo cambió el día en que las cosas perdieron su valor, en beneficio de unos papeles impresos llamados dinero. Desde el momento en el que el dinero dejó de ser mero instrumento de intercambio, para pasar a ser un bien en sí mismo, empezaron los problemas, que no veo que tengan pinta de solución.
Inflación y deflación, términos que se oyen mucho, son los que poco a poco nos empobrecen, fundamentalmente a los que menos tienen. Por eso, insisto en deciros que no veo solución, ya que dudo mucho que los diferentes gobiernos tomen la única solución sensata: impedir que los bancos estén en manos privadas. Pero esto nos llevaría poco a poco prohibir también las bolsas, el mercado de valores y derivados y claro, eso está en la base del capitalismo y en la tendencia humana al juego. Quizás una solución intermedia sería sin tocar nada del actual casino en la que se ha convertido el mundo financiero, que los estados tuvieran su banca pública, gratuita. Veríamos cómo espabilan los bancos con su política de uso del dinero ajeno para su beneficio. Esto, lo puede hacer cualquier gobierno cuando le de la gana y la verdad que el ciudadano lo agradecería.
Esta acumulación de capital nos llevan a las guerras, que siempre han estado ahí. Yo nací justo cuando acabó la segunda guerra mundial, pero de crío, en el parte de las dos y media, teníamos la guerra de Corea. Luego vino la guerra de Vietnam y últimamente las que todos conocemos.
Lo que no se si todos sabemos es que, la tercera guerra mundial comenzó un 11 de septiembre de 2001 con el derribo de las torres gemelas. Previamente ya habíamos tenido un inicio de guerra en 1971 cuando sacaron al dólar del patrón oro, la crisis del petróleo de 1974, el crack bursátil de 1987, la caída de las empresas .com de 2000, los atentados yihadistas post invasión de Irak, la crisis de las hipotecas basura de 2008, guerra del Donbass de 2014, coronavirus de 2019, guerra de Ucrania de 2022 y ahora caída de bancos, con una inflación galopante. Todo eso sin haber solucionado ni uno sólo de los problemas estructurales del mundo.
Todo esto unido al hecho de que durante más de ochenta años, EEUU es el amo del mundo, tanto a nivel militar como financiero, con el liderazgo indiscutible del dólar. Ahora, con la aparición en escena de nuevos actores, esto se acaba: ya no es un mundo unipolar sino que está naciendo otro con múltiples polos de influencia. Y eso el imperio no lo puede permitir e históricamente, antes de su caída tendremos un cataclismo, que según podéis ver, ya ha comenzado.
Ni tú ni yo, podemos hacer nada. Pero sí que nos podemos proteger: dinero en efectivo y no demasiado en el banco, eso el que tenga. Y aunque tengamos que ir con una carretilla de euros para pagar una barra de pan, recordad Alemania en los años 20, siempre nos quedará el trueque, que no lo olvidemos es la auténtica base de la economía.
El cataclismo nuclear puede llegar. Pero no os quepa la menor duda, que todo seguirá igual. Menos vida sobre la tierra, pero con los años, con muchos años, surgirá de nuevo algo que sea inmune a las radiaciones nucleares. Y si me equivoco, casi nadie estará por aquí para recriminármelo.
Pequeños detalles: hablan de malas prácticas de algún banco. Yo añado que no existe el banco sin malas prácticas. Es parte del sistema especulativo bestial al que estamos sometidos por estas instituciones, no lo olvidemos, privadas. Es curiosa la diferente vara de medir para dos casos similares: el Popular en 2017, se liquidó por 1 euro en un proceso vergonzoso donde tuvo una parte muy activa Europa. Y ahora, al Credit Suisse, se le rescata con el dinero que haga falta. Dinero, que como bien sabemos no es más que papel impreso sin valor intrínseco alguno.
Después de las últimas operaciones de compra a precio de saldo, por parte de grandes corporaciones, estoy empezando a pensar que todo forma parte, como en el caso del Popular en 2017, de algo muy preparado: todo comienza con los grandes medios de comunicación sembrando el pánico. La gente corre a por su dinero y de ahí a la quiebra no hay más que un paso. Grandes corporaciones andan al acecho para comerse las entidades que van cayendo. Lo cual tampoco es esperanzador, conociendo cómo se las gastan esos fondos buitre.
Son mundos en los que pienso poco...ya sé que organizan, mandan, manipulan pero paso bastante..🤷♀️
ResponderEliminarHaces muy bien en pasar, mientras nos paguen la pensión. Observo que no has oído el último programa de The Who. Habrás pensado que es el mismo de antes pero... no. Hay sorpresa, así que cuando tengas tiempo lo tendrás que oir.
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