No suelo ver televisión, pero la pantalla está presente en el salón como Gran Hermano. Un día, oí a una colaboradora, presentadora, tertuliana o lo que sea, diciendo: "antes se coge al mentiroso que al cojo". En primer lugar y gracias a que tengo estudios superiores en la sección de letras, entendí que no se trataba de coger al mentiroso físicamente y mucho menos en la acepción argentina, sino que se refería a pillar a alguien en una mentira flagrante. La tesis que venía a decir esta speaker de TV con su frase es que, si alguien miente, tarde o temprano es pillado. Veremos. Porque yo no lo tengo tan claro que a un mentiroso se le pille. Lo normal es que no.
Vayamos por partes: hasta Santo Tomás de Aquino, decía que la mentira no era pecado, si la pregunta era indiscreta. Podemos mentir ante preguntas que profanen nuestra intimidad.
Los secretos si los cuentas a alguien dejan de serlo. Cuando tú le dices a alguien de mucha confianza que no cuente algo concreto, en ese momento ese secreto ya forma parte de lo público. Por lo tanto, la única manera de mantener un secreto o una mentira, es no contarlo nunca a nadie.
Por eso es muy difícil saber si algo es verdad o mentira. Al mentiroso no se le puede coger así como así. Pero ahora nos vamos a fijar en la segunda parte del dicho, "antes se coge al mentiroso que al cojo". Y yo me pregunto: ¿hay necesidad de coger a un cojo? ¿No tiene bastante desgracia con su defecto físico para que encima le persigamos?
No he conocido nunca ni en la realidad ni en la ficción, que un cojo huya perseguido y que al final resulte alcanzado. Eso no puede ocurrir por una razón muy sencilla: los cojos no tienen trabajos que les hagan correr después de su acción, como por ejemplo los ladrones. ¿Alguien se imagina una banda de atracadores que entre sus filas tengan en nómina a un cojo? Es absolutamente impensable.
Carteristas, gente que se dedica a robar bolsos, etc. no son nunca cojos, por lo tanto no son perseguibles. El dicho, valga la redundancia, cojea por aquí, porque nunca, nunca, hay cojos que huyan corriendo para que alguien los atrape.
Deberían tener, sobre todo en TV, mucho cuidado en soltar esas frases hechas, que por lo menos me han servido para desarrollar esta entrada, dado que andaba un poco seco de ideas.
Termino con unas bagatelas. En TV, también oí un par de frases, que son absolutas tonterías. Una de ellas, que últimamente escucho de forma recurrente: "es lo que hay". Y la otra: "no estaba sólo bueno, lo siguiente".
La frase de "es lo que hay", se la oí decir por primera vez a mi jefe de personal, sobre los años 2005 o 2006. La soltó y se quedó tan feliz. Me pareció ingeniosa, porque no la había oído nunca. Probablemente la habría escuchado en alguna de las reuniones que hacían en Madrid los jefes de personal del grupo. Pero hoy, cuando la suelta todo dios, llego a pensar que cualquier tontería, al cabo de los años se propaga como una epidemia. Por cierto, al jefe de personal le llamaban director de recursos humanos. Para mí era mucho mejor la anterior denominación, ya que recursos humanos es rebajar a la persona al nivel de cualquier otro recurso, como por ejemplo un ordenador, una lámpara, la fotocopiadora, etc.
En cuanto a lo de "bueno no, lo siguiente", te hace gracia cuando lo escuchas una primera vez. E incluso te parece frase dotada de cierta chispa. Pero cuando ya se repite de forma cansina en cualquier conversación, es como para escaparse.
🤣🤣 tendrás que ver más tertulias ya que realmente te inspiran. El equipo de baloncesto 🏀 genial 😉.
ResponderEliminarGracias, relatos a ratos. Atención, que el programa de discos dedicados, está a punto de salir.
ResponderEliminarEstupendo!!😄
Eliminar