Hace como un par de meses, Mikel Aitor, un sobrino mío me pidió que le reparase la radio que veis en el vídeo de más abajo. Llevo como unos siete años sin tocar una lámpara, ya que literalmente dedico el tiempo a otras cosas. Han sido dos meses de auténtica obsesión por hacerla funcionar, medianamente, ya que no me dedico a estos menesteres. Lo mío es afición e intuición y en realidad conocimientos técnicos muy justos. Miro a mi alrededor y observo con envidia la cantidad de personas que sí saben de verdad. Pero bueno, el resultado, ha sido bueno y estoy contento. Debo decir que lo peor es que la radio no sea tuya, ya que tienes miedo de estropearla aún más.
viernes, 7 de junio de 2019
martes, 19 de marzo de 2019
Arte
Se que muchos de los que leen este blog no estarán de acuerdo con mi teoría, de que si una obra de arte no vale dinero, no es una obra de arte. Cuanto más cuesta, cuantos más ceros pongamos al precio pagado por cualquier obra realizada por el ser humano, mejor será considerada esa obra. Hasta el punto de que justo en ese momento, cuando se alcanzan cifras astronómicas, aparecen como setas en otoño ejércitos de críticos, pagados por supuesto, que analizan y escudriñan las mencionadas obras, interpretando y sacando a la luz lo que sus autores, probablemente, nunca intentaron reflejar.
Picasso dijo que le costó cuatro años aprender a pintar como Rafael y toda una vida aprender a pintar como un niño. Pintores que hacen lo que Velázquez hacía, los hay a miles. Pero si hablas de Antonio López, enseguida sabemos de quién hablamos. Preguntad lo que vale un cuadro de Antonio López. Termino diciendo que una pintura, si no la conoce nadie, ni jamás se ha vendido ni como soporte para pintar otros cuadros encima, esa pintura, simplemente no es arte, porque lo que no se conoce prácticamente es como si no existiera. Y algo que no existe no es nada. Sin olvidarnos de Duchamp y Manzoni.
jueves, 10 de enero de 2019
Citröen
Año 1962. Monasterio de Iratxe, donde cursaba mis estudios para escolapio. Después de comer, mi mayor ilusión era que mi padre me dejase conducir el coche. Este vídeo ya estaba en You Tube desde hace por lo menos once años. Pero es que, ahora hemos mejorado la calidad y claro, no he podido evitar el volver a colgarlo, con la seguridad de que apenas lo ve nadie, lo cual es una gran ventaja.
Mi padre, arranca el coche con la manivela. Otros tiempos. Luego ya vino el botón de arranque, la llave, incluso medios más sofisticados que ni siquiera sé. Mi padre era primero taxista y después mecánico y yo creo que algo de ese par de habilidades he heredado. Dinero no, por supuesto.
No he logrado precisar el modelo exacto del coche. Es bastante probable de que sea de 1930 y también se la matrícula: M-42590. Estoy convencido, que con el tiempo, alguien descubrirá el modelo con precisión. Parece que esta página no la ve nadie, pero no es cierto....
domingo, 30 de diciembre de 2018
Teléfono rojo....
No sigo con el título porque la película es sobradamente conocida. Pero es que, revolviendo entre los trastos me apareció un teléfono muy antiguo, de la serie heraldo que fabricaba Citesa para Telefónica. Creo recordar que ese teléfono lo rescaté de un chirrión, eso seguro. Un bote de esmalte rojo y la colocación de la base de teléfono que se usa hoy día, ha hecho que tenga un magnífico teléfono, que además funciona. He visto su precio por ahí y ronda los 100 euros. No está mal.
Ahí podéis apreciar el detalle de la colocación de la toma estándar de telefónica. Posiblemente ha sido la cuestión que más tiempo me ha llevado, ya que la he tenido que recuperar de otro montaje. Como pega, que en mi caso no es tanto porque mantengo los teléfonos digitales, deciros que, al ser el disco de marcación por pulsos en vez de tonos, no se puede hacer llamadas con él.
lunes, 24 de diciembre de 2018
Escuela de San Marcos (Venecia)
Mi profesor me mandó copiar un cuadro de Marieschi, donde aparece la Escuela de San Marcos y la Piazza de San Giovanni e San Paolo. Por lo tanto, cuando estuve en Venecia en 2016, mi obsesión era encontrar esa plaza. Gracias al Sr. Google lo conseguí. Hice la foto y tal cual la he reproducido.
Como he dicho, quiero volver a Venecia, porque me gustó muchísimo. Es como sanfermines en lo viejo, pero con canales y por supuesto más bonito que Pamplona. Mucha, mucha gente, no me extraña que se esté hundiendo. Los italianos, en general, son graciosos. Una noche fuimos a cenar a una trattoría, que así se llaman los restaurantes y cuando le pregunté al camarero donde estaban los servicios, muy serio me dijo: para la signorina, las toilettes. Para el signor, el canale. Obviamente no le hice caso, por si acaso....
Ahora me toca preparar la cena de Nochebuena así que lo paséis bien.
domingo, 23 de diciembre de 2018
Venecia
Estuve en Venecia en 2016 y me quedé tan impresionado que prometí volver. Entre las múltiples fotos que hice, una en particular centró mi atención: la escuela de San Marcos en la plaza de San Giovanni. Unos años antes, mi profesor de pintura, me mandó copiar un cuadro de Marieschi donde aparecía la escuela y la basílica de San Giovanni y San Paolo. El cuadro que lo acabo de terminar, me ha proporcionado satisfacciones y al final hastío, pues acabé harto de tanto edificio.
Pronto colocaré la reproducción del cuadro, que tan difícil me ha resultado. Y de paso, como toca, desearos felices fiestas navideñas.
viernes, 9 de noviembre de 2018
SOSIAS
Decir sosias es decir doble, alguien que tiene un gran parecido físico con nosotros. Dicen que todos, todos, por lo menos, tenemos uno. Yo pienso que realmente entre tanta gente que hay en el mundo, pueden ser muchísimos más. También dicen que si te cruzas con tu doble, ese es el último día de tu vida. Es para temblar. Yo, desde que me enteré de esto, que probablemente será falso, tomo mis precauciones cuando veo a alguien que tiene cierto parecido conmigo.
Pero resulta que hace como un mes, un amigo me envió el vídeo que veis y precisamente me lo mandó porque él pensaba que tenía un gran parecido con el que esto escribe. Lo he enseñado a mucha gente y la mayoría reconocen que efectivamente el parecido es grande. Al escuchar la voz cae el velo, ya que el señor del piano es.... argentino. Así que no se me ocurrió mejor cosa que grabar mi voz en vez de la original, con un resultado, ya lo comprobaréis, más que satisfactorio. Escribo como si todos los que leéis esto me conocierais, cosa que no es cierta. Pero la realidad es que la mayor parte de la gente que entra aquí me conoce. Y tú que no me conoces, te reirás con el chiste del señor argentino, que por cierto, es bastante bueno.
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