Apenas conozco a gente de mi entorno a la que le guste la Navidad. La mayor parte del personal despotrica de ella: y no es para menos. Al gasto sin sentido al que sometemos nuestra ya depauperada economía, se le añade las comidas, que pese a la crisis siguen siendo en nuestra tierra abundantes. Esas comidas copiosas, pasan factura, no os quepa duda alguna, en forma de colesterol, azúcar, triglicéridos y ácido úrico.
Además, a la familia le da por juntarse y ya se sabe, con un par de traguicos surgen disputas y desavenencias de lo más variadas.
Pese a todo, desde Radio Kokodrilo os deseamos un Zorionak entrañable, no sin apuntar como colofón que, os gusten o no, las Navidades hay que pasarlas, como quien pasa una gripe.
ZORIONAK!
