Cuando tenía doce años, en la revista PPC que repartían en el colegio, venía un esquema de una radio de galena, aparentemente muy fácil de construir. El esquema en cuestión es el que reproduzco aquí:
domingo, 27 de marzo de 2022
LA RADIO DE GALENA
viernes, 11 de marzo de 2022
LA FACTURA DE LA LUZ
Según abundante literatura, llegar a entender la factura de la luz, es algo difícil de verdad, comparable al desarrollo completo de la teoría de la relatividad, oposiciones a notaría o incluso las últimas oposiciones a enfermería en Pamplona.
La casualidad hizo que, un familiar me hiciera una consulta sobre el consumo energético y me pusiera de inmediato a la casi imposible tarea de desentrañar la factura de marras. Oh, sorpresa. Tras unos intentos fallidos, llegué al conocimiento de la verdad absoluta en lo que respecta a la factura. La sensación de superación fue indescriptible.
Debo confesar que, en mi ya larga vida, jamás intenté entender lo que la compañía eléctrica me detallaba con guarismos, porcentajes, horarios y algoritmos. Siempre, aunque no debería, confié en el buen hacer de la misma, que con tan buenos modales me cobraba mes a mes, sin yo rechistar. Un pelín de comprensión hacia la comercial eléctrica ya que laboralmente provengo de otra organización depredadora: la banca.
Pero pasemos al análisis de la factura: podría ir más al fondo, pero no es objeto de esta tesis doctoral sobre facturas de consumo energético. En tu factura, oh dilecto lector que has llegado hasta aquí, hay un primer tramo que es más o menos fijo y que tiene relación con la potencia contratada. Un segundo tramo es el del consumo y aquí nos encontramos con los horarios en zonas punta, llano y valle. Ni caso, porque incide muy poco en la factura. La parte del león es la que hace referencia al coste de la energía y ahí es donde te meten el precio más caro. Para terminar, quedan unas minucias, sí, minucias como son el alquiler del contador y el impuesto de la energía. Se acaba con el iva, que al haberse reducido al 10%, mejora de una forma significativa el importe total.
Resumiendo lo que hemos dicho, que no hemos dicho nada, el precio que pagas por kilowatio es el resultante de dividir la energía consumida total, entre el número de kilowatios. Y eso sí que de día en día está subiendo. E insisto en que la incidencia de consumir electricidad en determinadas horas del día, es como se dice, el chocolate del loro: tiene una muy pequeña influencia en el importe total.
martes, 8 de marzo de 2022
GUERRA
Todo el mundo habla de ella, así que no voy a ser menos. Desde que tengo memoria, he conocido guerras. La primera, cuando tenía 7 años y todos los días, al igual que ahora, era la noticia obligada en el parte de las 14.30: Corea. Luego vinieron muchas más, que todos conocéis: Vietnam, Yugoslavia, Golfo Pérsico, Irak, Afganistán, Siria, Libia, Yemen, etc. etc.
Según parece, las guerras son una constante en la historia de la humanidad, que hoy, los que realmente las controlan, podrían eliminarlas de un plumazo. ¿Va a suceder esto? No lo creo. Soy muy pesimista y es como si hubiera una instrucción concreta que nos lleva a la aniquilación total.
No quiero parecer un pastor que adoctrina, pero hay numerosos grupos de personas, en las que anida un deseo compulsivo de eliminación del contrario a toda costa, para arrebatarle sus bienes. Siempre fue así. Que alguien me explique de dónde provienen las grandes posesiones actuales, las noblezas y reinados de todos tipo: siempre de la rapiña, la conquista y la violencia.
Así que, asistimos como ovejas asustadas a una representación en la que nuestra capacidad de decisión es nula. Es el precio que pagamos por haber nacido, haciendo que según donde caigas, la vida sea más o menos llevadera o un infierno.
De rabiosa actualidad, una vez más, 1984 de George Orwell, donde se vivía en un estado constante de guerra con el enemigo, que a su vez es el malo. O conmigo o contra mí. No hay término medio.
La información que nos llega, por supuesto, es de una parte. Pero, hoy mejor que nunca, hay herramientas al alcance de cualquiera para ver que eso no es tal como lo cuentan. Tan simple como ir a Google Earth y pinchar ciudades como Donbass, Homs en Siria, o cualquier otra destrozada por estados "buenos", para llevar la paz y la democracia.
Así que seguiremos por lo siglos de los siglos con guerras, hasta que un desliz termine con la mayor parte de la humanidad. Desde luego, al universo en general y al planeta tierra en particular, esa circunstancia, les da igual. Todo seguirá, pero sin los humanos.