viernes, 11 de marzo de 2022

LA FACTURA DE LA LUZ

Según abundante literatura, llegar a entender la factura de la luz, es algo difícil de verdad, comparable al desarrollo completo de la teoría de la relatividad, oposiciones a notaría o incluso las últimas oposiciones a enfermería en Pamplona. 

La casualidad hizo que, un familiar me hiciera una consulta sobre el consumo energético y me pusiera de inmediato a la casi imposible tarea de desentrañar la factura de marras. Oh, sorpresa. Tras unos intentos fallidos, llegué al conocimiento de la verdad absoluta en lo que respecta a la factura. La sensación de superación fue indescriptible.

Debo confesar que, en mi ya larga vida, jamás intenté entender lo que la compañía eléctrica me detallaba con guarismos, porcentajes, horarios y algoritmos. Siempre, aunque no debería, confié en el buen hacer de la misma, que con tan buenos modales me cobraba mes a mes, sin yo rechistar. Un pelín de comprensión hacia la comercial eléctrica ya que laboralmente provengo de otra organización depredadora: la banca. 

Pero pasemos al análisis de la factura: podría ir más al fondo, pero no es objeto de esta tesis doctoral sobre facturas de consumo energético.  En tu factura, oh dilecto lector que has llegado hasta aquí, hay un primer tramo que es más o menos fijo y que tiene relación con la potencia contratada.  Un segundo tramo es el del consumo y aquí nos encontramos con los horarios en zonas punta, llano y valle. Ni caso, porque incide muy poco en la factura. La parte del león es la que hace referencia al coste de la energía y ahí es donde te meten el precio más caro. Para terminar, quedan unas minucias, sí, minucias como son el alquiler del contador y el impuesto de la energía. Se acaba con el iva, que al haberse reducido al 10%, mejora de una forma significativa el importe total. 

Resumiendo lo que hemos dicho, que no hemos dicho nada, el precio que pagas por kilowatio es el resultante de dividir la energía consumida total, entre el número de kilowatios. Y eso sí que de día en día está subiendo. E insisto en que la incidencia de consumir electricidad en determinadas horas del día, es como se dice, el chocolate del loro: tiene una muy pequeña influencia en el importe total.

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