miércoles, 8 de abril de 2020

Confinado estoy (3)

Estos días de confinamiento, sirven entre otras cosas, para desempolvar viejas fotos y ordenar papeles antiguos. Un amigo, me envió por whasapp la foto que veis y de entrada ni siquiera me acordaba dónde estaba sacada. Se lo tuve que preguntar. Resultó ser el estudio donde acabé recibiendo clases de acuarela de mi profesor. Pero creo, que cuando se obtuvo la foto, yo era el experto en radios y televisiones, que de paso se las ajustaba y reparaba. Fue mucho más tarde cuando se enteró que yo hacía mis pinitos con el pincel y me llamó al trabajo, ofreciéndose a darme clases.

Comencé las clases en 1994 y la foto podría ser de unos cinco años antes. Jamás  le dije a José María que pintaba y la verdad es que mantuve el secreto por lo menos durante seis años. Los dos años largos de clases, fueron una auténtica gozada. En honor a la verdad no se si aprendí mucho o poco, pero por lo menos era divertido.

En cuanto a lo de sacar la caja de zapatos con las fotos antiguas, resulta que me estoy encontrando bastante gente que pone fotos de su infancia, unas veces en su perfil y otras en su estado. En estos días hay tiempo para todo, incluso para no hacer nada.

Días de confinamiento. Días que van a ser bastantes más de los que la mayoría piensa. Kokodrilo, cuando el 14 de marzo, sábado, escuchó a Pedro Sánchez, pensó para sus adentros: esto, por lo menos va a durar tres meses. Así que encerrados hasta mitad de junio por lo menos, e igual me quedo corto.


domingo, 5 de abril de 2020

Confinado estoy (2)

Bueno, pues eso. Que seguimos en casa y para tiempo tenemos. Hoy, después de pasar el aspirador y ducharme, me he pesado. Y cual ha sido mi sorpresa, cuando la báscula arrojaba la cifra de 69,9 kgs. Hay que tener en cuenta, que mi peso habitual ronda los 73/74 kgs. Y yo me pregunto: ¿Cómo es posible? Y gracias a mi mente científica, lo he descubierto. He perdido la friolera de unos 3 kgs. en aproximadamente un mes, debido fundamentalmente a que se han eliminado de raíz las visitas a bares, restaurantes y figones. Kokodrilo, como norma, iba un par de veces por semana a cenar o comer fuera. Además también se ha eliminado el amarretako mañanero, al que iba de vez en cuando con mi hermano. 

Por otra parte, descubro que desde el pasado día 19 de diciembre no había cogido los pinceles. La pereza para reiniciar era inconmensurable, por lo que no me ha quedado más remedio que obligarme a pintar, bajo la amenaza de no cenar. Así que he vuelto y hasta hoy día 5 de abril, he cumplido escrupulosamente. Tengo grandes proyectos e ideas para realizar y por supuesto, todo el tiempo del mundo. 

No tengo la bola de cristal ni soy profeta. Pero creo que esto va para largo. El cuadro que estoy haciendo está repetido, ya que fue el último que hice en abril del año pasado. Como podéis ver aún le falta un poco, pero no hay prisa.





jueves, 26 de marzo de 2020

Confinado estoy

Cada uno tiene sus manías y una de ellas es que, por norma general lo que coloco en el blog es de producción propia. Pero en este caso haré una excepción. Resulta que mi amigo Javier, el de los vídeos, además de actor resulta que es escritor. Y ayer me pasó este texto que me gustó y tal cual lo transcribo.

"El planeta Tierra se está tomando la revancha. Se estaba asfixiando. Nuestro crecimiento desmesurado lo estaba llevando al colapso. Cada vez eran más frecuentes sus avisos por medio de huracanes, trombas incontroladas, tsunamis, desertizaciones, incendios, retroceso de glaciares, etc. etc. No le hacíamos ningún caso porque cuando no nos interesa, enseguida argumentamos lo que nos conviene. El planeta Tierra poco a poco está ya respirando mejor. Es poco tiempo, pero lleva un mes que ya está notando los beneficios y ya no le agobian tanto ni el incesante movimiento de aviones en el cielo, ni la contaminación en nuestra superficie. Para ello ha tenido que tomar la determinación de ponernos en cuarentena. De que nos metamos en casa, a pesar de que nos podamos asfixiar, como lo estaba haciendo él, a pesar de que algunos tengan que pagar con su vida, para salvarnos a nosotros y seguir cobijándonos bajo su paraguas, ya que él mismo se estaba muriendo. Mientras tanto en todo el mundo y en su mayoría, estamos consternados, desorientados, atribulados, acojonados. No obstante dos mandatarios de los más influyentes del planeta Tierra manifestaron no tomar medidas drásticas aconsejables en las actuales circunstancias, en aras de no hundir la economía, poniéndola por encima de una gran proporción de muertes que se pueden producir. Curiosamente los mandatarios de estos dos países, allá por el año 2003, formaron parte del trío de las Azores, de triste recuerdo, elevando poderosamente a partir de entonces la inestabilidad de nuestro frágil mundo. Un mundo tan frágil que es capaz de ponerlo en jaque un diminuto ser invisible. Por otro lado la tercera pata del trío huye despavoridamente de Madrid, desoyendo las normas cívicas, para refugiarse en su búnker de Marbella. Aprenderemos????"


Paisaje de Solovki

lunes, 16 de marzo de 2020

El aperitivo

No hay nada como una imagen animada como en este caso, para comprender el alcance de lo que nos está tocando vivir en Iruña. Kokodrilo cumple escrupulosamente lo indicado por las autoridades competentes, pero pese a todo, por razones de fuerza mayor, me ha tocado mover el vehículo automotor y creedme: la sensación de circular por una ciudad tipo Chernobyl es increíble. No me topé con la autoridad, por lo que no hubo necesidad de dar las oportunas explicaciones de mis movimientos. 

Una última reflexión: el pasado 13 de febrero, tuvimos una comida en Bilbao con unos antiguos compañeros de trabajo. Y uno de ellos, Joserra, al que considero una persona con informaciones bastante acertadas, comentó que según una revista rusa, sputnik, consideraban el virus como creado en un laboratorio. Y al poco, Rusia cerró la frontera. No tengo ni idea de más cosas ya que como podréis suponer las informaciones están corriendo más que el virus. Y no todas son fiables. 

Os deseo que lo llevéis lo mejor posible. 


viernes, 13 de marzo de 2020

Antena MFJ 1798 (Final)

A veces me pregunto: esto, ¿realmente le interesará a alguien? Sobre todo en los momentos actuales con la que está cayendo con el dichoso virus. Pero sí, siempre hay algún interesado en esta antena, que es especialmente indicada para tejados complicados como el mío. Es un dipolo, así de simple, por lo que no tengo necesidad de colocar radiales de plano de tierra (esto ya lo he explicado alguna otra vez). Espero que ésta sea la última vez que hago reparaciones en esta antena, ya que la próxima será que la mande a una jubilación bien merecida. 

En el capítulo del funcionamiento lo hace perfectamente en todas las bandas. Otra cosa es que haya gente para contestar cuando llamo (últimamente no demasiado). Me entretengo decodificando lo poco que pillo por aquí o por allá, bien sea en RTTY, FAX o CW. Poca cosa la verdad. Pero la radio de onda corta, sigue siendo para mí fascinante y lo que es mejor, casa perfectamente con cada una de las nuevas tecnologías que van apareciendo. 

Con lo mayor que soy y aún sigo subiendo al tejado. Esta es una afición que tengo desde más o menos los siete años. Y ya ha llovido desde entonces. Ahí os dejo el vídeo. 


viernes, 7 de febrero de 2020

Antena MFJ 1798

La noche del 19 al 20 de diciembre de 2019, sobre las 3 o las 4 de la madrugada, no lo puedo precisar porque estaba durmiendo, un viento huracanado asoló la vieja Iruña, con vientos de unos 110 Kms. por hora. Y mira tú, que en la memoria de instalación de la antena, constaba que podría aguantar vientos de hasta 100 kilómetros por hora, algo no demasiado normal. Resultado. Tal como me lo temía la antena se escoró de una forma peligrosa hacia el nordeste, por lo que los vientos, supongo vendrían del sur oeste. No contentos con eso, el huracán tuvo una réplica la tarde del sábado día 21 y ya en ese momento la antena corría peligro de caer al patio, con las consecuencias nefastas que ese hecho puede acarrear. Así, que en plenas navidades, subí al tejado y le hice una cura de urgencia.
A continuación venía el asunto de la colocación de los vientos. Esa antena está aislada de tierra por lo que no se le pueden colocar vientos metálicos. Al final me decidí, después de mucho pensar, por un cable de kevlar que lo tuve que pedir por medio de la empresa de mi amigo Jeff Bezos. Creo que vino de algún punto de china y lo que más me sorprendió es lo fino que es. Espero que aguante.
Hoy afortunadamente ha hecho un día inmejorable en Iruña por lo que el montaje ha sido prácticamente perfecto. Aquí os va el vídeo del final de la odisea. Cinco horas de tejado.



No quiero terminar esta magnífica entrada sin colocar las fotos del antes y el después. La foto de la catástrofe está tomada el día 23 de diciembre, día señalado porque entre otras cosas andaba bastante liado con la cena de navidad, ya que este año había subido el número de comensales de cuatro a seis. La otra foto es de hoy y si no hago más escritos con referencia a la dichosa antena, será señal de que todo va bien. Y ahora la pregunta: y tú...¿para qué quieres esa antena? Me la hacen mucho.


viernes, 31 de enero de 2020

Mientras dure la guerra

Magnífica película de Alejandro Amenábar. Un retrato, para mi gusto, muy fiel de lo que ocurrió en Salamanca en los primeros momentos del golpe de estado de 1936, con la figura central de Miguel de Unamuno. Película impecable, como todas las de Amenábar.

Pero yo, que soy un adicto a las radios de época, descubro algo que para mí resulta muy extraño: en la casa de Unamuno, aparece una radio que no se corresponde en absoluto a las de 1936. Estamos hablando de un tipo de radio, con teclas de plástico, que comenzó a comercializarse a principios de los años 50. 

Y me resulta increíble que un director que, supongo, manejará presupuestos muy altos, con equipos de atrezzo cualificados que miman el detalle, tenga ese descuido. Pese a todo, ésto no le quita valor a la película y dudo que haya mucha gente que se fije en el cambiazo.

No creo que esto que escribo llegue a saberlo Amenábar algún día. Mi página, según sé, la visitan muy pocas personas. Algún amigo, al que le comenté el asunto, me sugirió que me pusiese en contacto con el director, algo que evidentemente no puedo hacer: no sé su teléfono.


Por si alguien piensa que la foto no corresponde a la película, aquí coloco el trozo de cinta donde se ve la radio a la que aludo.

                                           

Termino colocando la radio que según creo, es la que aparece en la película. Se trata de una Philips Mod. BE-662-A, fabricada por Philips Ibérica (Copresa), en 1956. O sea, veinte años después de la escena.




La imagen la he sacado de la magnífica colección de radios de Fernando Maestre.