"Habitación en Nueva York. Pintado en el estudio de Nueva York. Exterior nocturno. En el interior, paredes verde intenso, puerta y mesa de madera de roble. Mujer de rojo vivo sentada de frente, cabeza y hombros girados hacia el piano, tocando las teclas con un solo dedo. Brazos y cuello desnudos, piel muy blanca, pelo oscuro, perfil en sombra salvo la mejilla y el cuello. Hombre rubio en mangas de camisa leyendo el periódico. Sillón tapizado en rosa. Pantalla de lámpara roja oscura que sobresale del piano a la altura de la cabeza de la mujer. Cuatro bloques de mampostería y columna en el exterior (izquierda) bajo el reflejo de la luz. Parte inferior de la ventana en negro".
Hasta aquí las anotaciones de Hopper para la confección del cuadro. La incomunicación entre la pareja es más que evidente y nos recuerda que lo que pasaba en 1932, sigue hoy igual cambiando los medios: ahora, el vivir en una permanente burbuja, viene de la mano de los teléfonos móviles y sus múltiples aplicaciones.
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