Esto que veis más abajo es una miniatura realizada por el que fue mi profesor de acuarela, José María Rodríguez Azcárate, entre los años 1994 y 1996. Ahora se cumplen los veintitrés años de su fallecimiento y jamás olvidaré todo lo que aprendí en su estudio del Paseo de Sarasate. Pero lo más sorprendente es su colección de miniaturas, realizadas sobre marfil, con la técnica de la acuarela y colocando los colores punto a punto, de forma que por yuxtaposición se formase una trama pixelada. El pincel era de un solo pelo y empleaba una gran lupa, a la vez que usaba mascarilla para evitar cualquier partícula de su propio aliento. El resultado como podéis ver era espectacular. Ese fue mi profesor y por supuesto jamás le llegué, como se dice, a la suela del zapato. Siempre me repetía lo mismo: mira, lo mejor que tienes para dedicarte a la pintura es que trabajas en un banco. Ahí lo dejo, que cada cual saque sus conclusiones.
A reseñar lo que me contaba en referencia a la cantidad de falsificaciones que existen de los mejores pintores del mundo. Como certificación de esto que os digo, no tenéis más que enredar en Google y colocar los nombres del dirigente nazi Hermann Göring y del pintor coleccionista Han van Meegeren. Si estáis leyendo ésto, manejáis internet, así que no tengo que daros más explicaciones. Muy interesante el asunto para que descubráis la cantidad de obras famosas que se falsifican, con certificado de autenticidad, por supuesto. Mi profesor, me decía con sorna, que algún pintor famoso tendría que haber vivido trescientos años para poder realizar toda la obra que está por ahí en museos y colecciones particulares. Si hay dinero por medio, siempre que sea mucho, puede haber trampa.
José María, hacía estas magníficas miniaturas, pero no era lo único: el retrato, lo bordaba. Supongo que su obra estará en manos particulares.
La recepción
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