Reconozco que, desde que descubrí a este buen señor a finales del año 2016, no he dejado de pensar en él. Pero me voy a centrar en algo muy técnico, que no es otra cosa que "The Thing" que traducido es la cosa.
Como he dicho, estuvimos en una exposición de la Fundación Telefónica en Madrid, en Gran Vía y me quedé fascinado por la vida y andanzas de este hombre, que se dedicó entre otras muchas cosas a la música y a la radio. Y precisamente a finales de los años 20 del siglo pasado, cuando experimentaba con gases y ondas de radio, por casualidad, descubrió las propiedades musicales de un oscilador, estando cerca el cuerpo humano, que hace de condensador: fue el invento del instrumento musical denominado Theremin, que a modo de resumen diremos que es un aparato electrónico con dos antenas. Una se emplea para los tonos, la vertical y otra horizontal y circular para la intensidad sonora.
Todo esto que os cuento, lo podéis consultar y tendréis explicaciones mil veces mejores que las que yo os traigo aquí, muy completas y bastante buenas.
Pero a la vuelta de Madrid, otra cosa rondaba por mi cabeza y no es otra que el dibujo que aparece abajo. En su día me costó entenderlo, pero en esencia es una cavidad resonante. La voz es recogida por la membrana y si la antena es iluminada por una haz de ondas de radio, en la región de UHF, el resultado es una respuesta en la misma frecuencia o en el doble o triple de la originaria, pero modulada en amplitud y creo que también en frecuencia. Posiblemente en aquellos años, se emplease la AM en vez de la FM.
Este artilugio fue escondido en un escudo, que unos niños rusos regalaron al embajador americano en Moscú, después de la segunda guerra mundial. Estuvo un montón de años sin ser detectado. Es inmune a los barridos, no tiene consumo y sólo se escucha algo si desde las proximidades se emite una señal de radio lo suficientemente potente. Esta antena refleja la señal que recibe en 330 Mhz., pero ya modulada, con las conversaciones recogidas por la membrana de la cavidad. El resto, no lo se. Se me ocurre un segundo emplazamiento para la recepción con una antena direccional y apartada de la fuente de emisión, pero no estoy seguro. El que lo descubrió era un operador de radio inglés que andaba chequeando las frecuencias de radio de la aviación militar y ahí fue cuando escuchó, también de casualidad las conversaciones de la embajada. La longitud de la antena para esa frecuencia varía si es de media onda o de cuarto, ya que para una frecuencia de 330 Mhz. el cálculo sería: 300.000 (velocidad de la luz en kms./segundo) dividido entre 330.000 (frecuencia expresada en kiloherzios), nos da la longitud de onda 0.909 (expresada en metros). Por lo que media onda será 0.454 metros y cuarto de onda 0.227 metros. Aplicando el factor de corrección 0.454 x 0.95 = 0.431 y 0.227 x 0.95= 0.215. Yo creo que la antena que colocaron en la embajada, me suena que era de unos 23 centímetros. No habrían aplicado el factor de marras. Cuando los yankis se enteraron y se llevaron el aparato a analizar, con los mejores científicos de entonces, tardaron más de diez y ocho meses en descubrir el sistema. No tenían ni idea a qué se enfrentaban y al artilugio le llamaron "la cosa". Indudablemente, Theremin, es uno de los mayores genios de los últimos tiempos, pero bastante desconocido por el gran público. Porque seamos sinceros: ¿Quién no conoce a Marconi o a Edison? Sin embargo, a Theremin se le conoce menos.
Por cierto: un buen aparato Theremin, de la casa Moog, ronda los seiscientos euros. Estuve a punto de comprar uno, pero desistí.
Como resumen final, diré que, al poco de llegar de Madrid, con la información recabada en la exposición de Telefónica, hice un esquema con las indicaciones aproximadas del modo de funcionamiento. Podéis ver que no se correspondevcon el artilugio real, pero ahí queda como testimonio.
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