martes, 31 de octubre de 2017

Nueva etapa

La entrada suena a orquesta, pues así se llamaba una de las muchas que actuaban por Iruña. Pero hablo de una nueva etapa del que esto escribe, que no es otra que la relacionada con la pintura. Se puede decir que desde más o menos los doce años, dibujaba y pintaba. Como alguna vez he explicado en este blog, salvo un curso efímero en la escuela de bellas artes de Salamanca, jamás me he sometido a disciplina alguna. No se si contar los dos años (1994/1996) que estuve con el restaurador y miniaturista José María Rodríguez Azcárate. A modo de pequeña historia, que estoy seguro no interesa a nadie, diré que he expuesto varias veces en unas salas que de vez en cuando nos cedía la empresa donde trabajaba (un banco). El 2009, junto con un compañero de trabajo ya fallecido, expusimos en Zizur, él fotografía y yo pintura. El día de la inauguración, la sala estaba repleta, entre otras cosas por la abundante merienda que llevamos. Después, prácticamente no iba nadie. Además, visto con un poco de perspectiva, comprendí el atrevimiento que tuve al exponer mis obras. Nunca más me dije y por supuesto que lo cumpliré. No quiero saber nada de exponer.

Pero claro, jamás en mi vida había hecho lo que a continuación os cuento: a partir del pasado día 11 de septiembre (por cierto, la diada), pinto todos los días, excepto los domingos y festivos, con una pequeña particularidad: el día que no pinto, no ceno. Y ahí radica la clave de toda la historia. El temor a quedarme sin cenar, me ha hecho pintar todos los días como un poseso. Y ésto, tengo intención de hacerlo siempre, aunque "siempre" sea una palabra de interpretación difusa.

Dicen, que en la reuniones de alcohólicos anónimos, la gente se presenta y dice: soy fulanito y hoy no he bebido. En mi caso digo: soy kokodrilo y hoy he pintado.


viernes, 20 de octubre de 2017

Edward Hopper

Sí, reconozco que soy fan de Hopper, desde que allá a principios de 1990, descubrí un libro con sus pinturas. Fue, lo recuerdo perfectamente, en un Vips de la calle López de Hoyos en Madrid. Desde entonces he copiado varios de sus cuadros y poco más puedo decir de él. Acabo de reproducir un cuadro suyo, "office at night", cuyo original aparece abajo.


Este hombre, aunque parezca mentira, creaba sus cuadros a partir de su imaginación o como mucho con apuntes que, tomaba del natural.


Aquí la traducción de sus notas: De noche en la oficina. <<Confidencialmente tuyo>>. <<Habitación 1005>>. Paredes blancas, luz eléctrica que sale del techo, de la lámpara del escritorio (pantalla verde) y del exterior de la ventana. Suelo verde (verde oscuro), mobiliario de caoba, carpeta azul sobre el escritorio, armario archivador de metal verde. Tabiques de madera marrón con paneles de cristal verde esmerilado. Persiana verde pálido. Borde de mampostería color arena en el exterior de la ventana. Hombre con traje gris, pelo rubio. <<Shirley>> con vestido azul, cuello blanco, medias color carne, zapatos altos negros, pelo negro y mucho pintalabios. Las figuras resaltan en el espacio, no sujetas al fondo. Lienzo belga, suave, doble imprimación. Oleos Winsor & Newton y Block x. Aceite de amapola. Blanco de plata Block x.

De Edward Hopper se ha escrito muchísimo. Su pintura yo la considero normal, dentro de unos cánones clásicos de academia. Pero sin embargo, su reconocimiento y fama es mundial.  A continuación recojo un fragmento publicado recientemente: 

"Se habla de los padecimientos diarios de artistas solitarios o de raro encaje social, como Edward Hopper, Andy Warhol, Basquiat y el fotógrafo Wojnarowicz, entre otros. Al observar sus obras en relación a la incapacidad para relacionarse comprendemos mejor lo que nos quisieron contar. El caso de Hopper es paradigmático porque Laing esboza la teoría de que el pintor no pretendía convertirse en el artista de la soledad, como así ha quedado señalado en la historia de la pintura, sino que sus imágenes eran la expresión exacta de un carácter huidizo, huraño, poco comunicativo, uno de tantos hombres burbuja que pasean  por la ciudad sin rozarse con los otros, de la misma forma que no interactúan los personajes de sus cuadros.

Bueno, pues eso. 


miércoles, 18 de octubre de 2017

Dodge

El coche que veis es un Dodge, probablemente un Royal Lancer de 1957. No tengo seguridad de su emplazamiento aunque bien pudiera ser Cuba.


A partir de ahora, todas las acuarelas que vaya fabricando, irán acompañadas de un vídeo donde se aprecia la evolución día a día. Espero que os guste.

domingo, 6 de agosto de 2017

Pobre topito

Sucedió hace siete años en la huerta propiedad de mi amigo Manu. El asunto es que apareció un topo muerto y según dijo, se lo había "cepillado" un gato. La exclamación de mi amigo con la frase simple de "pobre topito", se me quedó grabada en mi cerebro y el paso de los años no ha logrado borrar su huella.
                                       
                                         

Como final feliz de esta historia, el otro día pasando por la librería Elkar de Iruña, me encontré con este sugerente título que tiene que ver con el topito. Hay que tener en cuenta, que a mi amigo ya no le llamo Manu, sino Topito y de momento no parece enfadarse. Al fín y al cabo él me llama a mí como le da la gana. Cuando abrí el libro descubrí que es para niños de tres o cuatro años, por lo que le irá muy bien.



Para terminar el rollo de hoy, os diré que ha caído en mis manos la imagen que os presento a continuación:


Bueno, pues la cosa tiene su miga si os fijáis en el mapa. Aparecen las cuatro provincias vascas perfectamente delimitadas, como parte de la cuarta región de la asociación de radioaficionados de la época, precisamente de 1928. El asunto es que el golpe de 1936 partió la configuración y según pienso yo, más agresiva fue la eliminación de Navarra del mapa vasco, en 1981 al poco del tejerazo. Esto va dedicado a los que en aquellos años hablaban de "entelequia", en referencia al asunto de las cuatro provincias del sur unidas y hoy siguen hablando de "quimera". De todas formas a mí me da igual lo que fuéramos en el pasado, que hasta el más malicioso sabe que esto era un estado independiente. Hay que pensar en el futuro, en lo que queremos ser, y para eso hay que dejar a la gente que decida, que elija. Y ésto, a muchos les produce urticaria, cuando debería ser la cosa más simple, consultar a la gente cómo se quiere organizar, cómo quiere vivir. 



viernes, 9 de junio de 2017

Banco Popular

La noticia que está en todos los medios es que, el Banco Popular pasa a ser del Santander. Hay que tener en cuenta que el que esto escribe, después de dejar los estudios trabajó en ese Banco durante casi cuarenta años. Allá por 1968 mi madre me dijo: entra en un Banco que es muy seguro. Bueno en realidad entonces se llamaba La Vasconia, pero pertenecía al Grupo Popular. Con las turbulencias del ladrillo, allá por los años 2007/2008, el Popular se desprendió de los bancos filiales, como el Andalucía, Galicia, Vasconia, Castilla, Crédito Balear. Esto a mí en principio no me gustó nada ya que el 2009 pasamos a ser Banco Popular. Y eso que el Banco de Vasconia tenía un participación del 3% dentro del grupo. El 2010 me jubilé y ya le perdí un poco la pista al Banco. Sí se sabía que se había metido en el fabuloso negocio del ladrillo, justo un poco antes de irse todo al carajo con la famosa burbuja inmobiliaria. Pese a todo, seguía siendo un banco rentable y saneado. 

Pero ya las cosas se comenzaron a torcer cuando en 2011, teniendo en balance cantidad de impagados por el asunto de la construcción, debió rechazar alguna ayuda que venía por parte del Gobierno. Yo ya estaba fuera pero creo que afirmó que podía salir por sus medios. Así que vino la ampliación de Capital de 2012 y la compra del Banco Pastor. A esto se une la última ampliación de capital de 2016 por 2.500 millones y siempre, no lo olvidemos superando los exámenes de estrés bancario y demás por parte de autoridades de España y de Europa. Creo que como gran chollo se vendió la acción a 1,25 euros, pero esto lo digo de memoria.

El consejo de administración estaba blindado por la sindicatura de accionistas y consejeros afines. Pero algo debió pasar para que alguien de dentro del consejo diera el beneplácito para la destitución del presidente, fichando a otro que provenía de la JP Morgan. El final de la historia lo sabéis, pero a mí me llama mucho la atención un par de cosas: cualquier acción se puede ir al infierno por las posturas bajistas. Alguien ha movido muy bien los hilos para que acabase en 0,30 euros. Y el segundo aspecto ha sido la retirada masiva de fondos, dejando el banco limpio. Y encima, esa es la razón por la cual la autoridad Europea lo declara próximo a la quiebra. 

No conozco ningún banco, que ante la retirada masiva de fondos, como en el Popular, no se vaya a la quiebra. Además, me he dado cuenta que los medios de comunicación, están en su derecho, contribuyeron de una forma notable a sembrar el pánico. No es mi cometido el analizar qué se hizo mal en esta historia, pero algo a mí no me cuadra. 

Pero ya el colmo de los colmos, es que los accionistas pierdan toda su inversión. El que juega a la bolsa, como su nombre indica es un juego, puede ganar o perder. Pero en un banco, nunca había visto algo parecido. La gente, en diferentes entidades que han quebrado han perdido un 30, 40 o incluso un 60% de su inversión. Pero esto es muy diferente.

Para terminar debo decir que en el banco que trabajé, porque mi madre me dijo que era seguro, jamás pasé del escalón de oficial primero por antigüedad. Y es que nada más entrar ví lo que era la banca y me quedé escandalizado. La banca nunca debe estar en manos de particulares. Debe estar nacionalizada. Pero esto ya es para otro artículo.







domingo, 28 de mayo de 2017

Dibujos y pinturas

Normalmente tengo mi fuente de inspiración mientras paso el aspirador los domingos por la mañana. Y hoy, que es domingo, se me ha ocurrido escribir algo en este blog sobre mis dibujos y pinturas. Resulta que, entre 1994 y 1996, recibí clases de un señor que para mí era una autoridad en esto del pincel. Era miniaturista pero fundamentalmente restaurador. Su curriculum era extenso y variado. Allá por 1988 me lo presentó un amigo pero evité decirle que pintaba. El asunto es que para él yo era el amigo de su amigo, además de hijo de mi padre, que a la sazón era muy amigo de un tío suyo, bastante conocido en Pamplona.

Para él yo era simplemente un muchacho que trabajaba en un banco y que además tenía aficiones a la electrónica, por lo que le aconsejaba en asuntos relacionados con esa disciplina. Pero claro, un día por casualidad vio un cuadro mío y desde entonces se empeñó en darme unas clases para mejorar mi técnica. Puso mucho empeño pero creo que fracasó en el intento, dada mi resistencia a someterme a la enseñanza, además de la brevedad del tiempo empleado (unos dos años y pico).

Pero hoy quiero reseñar algo que me dijo: mira, Rafael, lo que mejor tienes para dedicarte a la pintura es que trabajas en un banco. Y aquí, más de veinte años después de su muerte, es donde me pierdo. Nunca entendí qué quiso decir. Una interpretación puede ser que, mira chaval, eres tan malo, que menos mal que tienes unos ingresos, porque de la pintura no vivirás jamás. O bien esta otra: pintas bien, pero es muy difícil vivir de la pintura. Fíjate en mí, que pinto lo que me da la gana porque soy rico. Por cierto, es el primer rico que he tenido cerca, en mi vida.

Total que hace unos quince años, siendo lo mío el dibujo y la acuarela, me metí en el proceloso mundo del óleo. Yo me decía: esto es más fácil que la acuarela, ya que si te equivocas, dejas secar y  pintas encima. Pero la realidad es que el óleo no me gusta, pese a ser el mejor sistema de pintar. Siendo eso verdad, hay que tener en cuenta que es bastante engorroso y sucio el trabajo con óleo. Siempre a vueltas con el aguarrás y tal. Nada, vuelvo al dibujo y a la acuarela, que es lo que he hecho siempre, con mayor o menor fortuna. 

Vuelvo a la acuarela, sí, después de dos intervenciones de cataratas que me han mantenido entretenido. Me han operado los dos ojos y tengo mucha suerte de no ser una araña, porque en ese caso habrían sido ocho intervenciones, ya que, como todo el mundo sabe, las arañas tienen ocho ojos. Así que la coartada perfecta para no hacer nada ha sido el proceso de operaciones. Ahora, con buena vista de lejos y con gafas bien graduadas para cerca podré volver a la lectura y a la pintura.

Volviendo al profesor: este hombre, que para mí era un sabio, me decía: un cuadro tiene cinco aspectos que hay que tener en cuenta, de más a menos importante: 

1. Que guste
2. Que técnicamente esté bien hecho
3. Que el autor tenga premios y reconocimientos
4. Que lo puedas pagar
5. Que una vez adquirido, haya bastantes posibilidades de que se revalorice

Esto que acabo de transcribir, tiene más miga de lo que parece. El ejemplo más claro es el clásico señor que tiene un cuadro por el que pagó un huevo y al cabo de un montón de años, lo intenta vender por la décima parte del valor de compra. Esto lo he visto yo en Pamplona con mis propios ojos (antes de operar).

Termino: mi profesor, a mi amigo y a mí, nos prometió una miniatura. Jamás nos las dio, entre otras cosas porque se murió antes y no tenía ninguna intención de hacerlo. Hoy es muy difícil acceder a esas miniaturas. Los que en su día compraron una, supongo, las guardarán como oro en paño. Yo tengo localizadas dos. De la obra que quedó en casa, desconozco su estado, aunque sospecho que no es bueno. Decía que tengo localizadas dos con tan buena fortuna que un día estuve en casa de sus propietarios y le hice la foto que adjunto.



miércoles, 22 de marzo de 2017

¿De lo mío, qué?

Gran frase esta. Una más, a la que estamos muy acostumbrados. Pasa mucho. Recibes una llamada de alguien con el que no hablas desde hace mucho y tras los saludos de rigor y bajo la apariencia de interesarse por tu vida, se esconde la auténtica razón de la llamada: pedirte algo.

Redes sociales. No me gustan y mucho menos introducir comentarios, o sea, lo que se llama entrar al trapo. Huyo de los vídeos que corren por You Tube, whasapp, facebook o twitter, cuyo banderín de enganche es que llevan 28.976.457 descargas. 

Todos ponemos cosas para que nos vean y/o nos alaben. Generalmente si recibimos algún "me gusta" de alguien y ese alguien no se ve correspondido con un "me gusta" nuestro, el mosqueo está asegurado. Y probablemente en un futuro pasará de tus ocurrencias.

Mucho se habla del espionaje y de cómo nuestras vidas están siendo vigiladas por el gran hermano digital. Bueno eso tiene su parte de verdad. Como compres algo en Amazon o en cualquier otra tienda virtual, ten por seguro que te machacarán durante un largo tiempo ofreciéndote las cosas de tu interés.

Pienso que no existe corta fuegos ni antivirus que te proteja de los fisgones. La única manera de sentirte a salvo es colocar en internet justo lo que tú quieres que lo sepa todo el mundo. A modo de ejemplo, estás de charla con un amigo en un sitio público, como por ejemplo un bar y tienes unas antenas parabólicas al lado en forma de señor leyendo la prensa, que no se pierde ni una coma de lo que dices. Bueno pues en este caso se habla no sólo para tu interlocutor sino para el señor de al lado. Es divertido. Internet es lo mismo: todo lo que tienes en el PC o en el móvil, es público. Si no quieres que te lo cotilleen, no tengas nada.

Si no quieres de verdad que algo se sepa, no lo pongas en la red. Y ahí meteríamos las inocentes fotos que hacemos con el móvil. Eso, no lo dudes, es público. Si pretendes hacer fotos privadas tendrás que emplear una máquina convencional de las de antes o un móvil sin tarjeta sim. Así de claro.

Reconozco que soy un poco fisgón, sí. Y por eso, de vez en cuando, leo comentarios en facebook de gente que ni conozco ni conoceré jamás. Lo que más me impresiona no son los comentarios, sino las garrafales faltas de ortografía con las que nos obsequian algunos internautas. No me refiero a las comas o a algún acento dudoso. Incluso el emplear b en vez de v,  es de alguna manera justificable si el escritor es vasco. Pero, ay, confundir el ahí con el hay es muy duro. Y esta es una de las que me acuerdo. Pero hay barbaridades a patadas.

Y acabo. Ayer iba en la villavesa. Una señora enfrente mía, leía lo que parecía un informe de alguna de las consultas del hospital. Detrás, un señor mayor, por encima de su hombro leía también el informe médico de la señora. En un momento dado, el señor se debió de percatar de que yo le había mirado y entonces, sólo entonces, dejó su lectura. Y, esto, ¿a qué viene? Sinceramente, a nada, pero tenía que terminar de alguna manera y esta me ha parecido buena.