Sí, emulando al famoso tango, decimos que treinta años no son nada, justo ahora que por decisión de la autoridad competente, siempre la autoridad competente, se han cortado los canales de EITB. Me da la sensación de vivir en un bucle temporal permanente y descubrir que aquí seguimos casi igual que hace treinta años en lo referente al euskera y fundamentalmente a la libertad. Es bien sabido que hoy en día, la inspección de telecomunicaciones no suele actuar de no mediar una denuncia. Y en este caso, por lo visto hay una denuncia de una empresa que ni conozco ni recuerdo su nombre. En una palabra, ha habido denuncia. Como las sanciones, multas y demás zarandajas pueden ser serias, EITB ha optado por desconectar el múltiplex y a otra cosa.
Recuerdo cuando hace treinta años, gracias a la Ikastola Paz de Ziganda se puso el repetidor en San Miguel, prácticamente no hubo queja alguna. Bueno, sí; un señor se quejaba de que en el mapa del tiempo aparecía Navarra junto con las otras provincias vascas. Fuera de eso nada de nada. Todo el mundo feliz colocando las antenas, pagadas de su bolsillo: euskaltzales, aficionados al deporte y público en general, celebraron con alegría la llegada de la ETB. Eran los tiempos en los que el repetidor se pagó a escote entre mucha gente y a la vez no había empacho en gastar 119 millones de las antiguas pesetas, por parte de las arcas forales, para promocionar el fantasmal canal autonómico de Navarra que jamás funcionó.
Bueno no sigo que me cabreo. El consuelo que me queda es que, se puso el canal de ETB en euskera en 1986 y hoy a pesar del apagón digital, ETB sigue en analógico.
Esta portada es del 22 de mayo de 1986