viernes, 24 de diciembre de 2021

Concierto Navideño

En realidad, mi buen amigo Javier, gran pianista aficionado él, me ha venido a salvar la entrada de hoy. Según repaso, desde el pasado 1 de diciembre no había asomado el hocico por este blog, que tan amablemente me cede exactamente no se quién. 

Ya os imagino ahora en pleno ajetreo de la preparación de la cena de la denominada nochebuena. Pero es que, si analizamos el asunto en profundidad, en realidad estas fiestas son antiguas de verdad, toda vez que la humanidad entre los que me incluyo, es pelín juerguista y le gusta la fiesta, el cachondeo, el pitorreo, siempre acompañado de finos y variados brebajes. En serio, ¿alguien concibe alguna auténtica juerga sin un pelín de chispa? Sinceramente, los derivados de la fermentación de los uváceos, son absolutamente imprescindibles.

La pandemia sigue y sigue. Hace como un par de años, un familiar mío que se dedica a los asuntos de Averroes, dijo con tranquilidad: este virus, lo tenemos que pasar todos. Y eso cuando el cogerte el virus te llevaba directamente a la UCI (antes la UCI era la UVI y la UCI tenía que ver con el ciclismo).  Bueno después de esta digresión, volvemos al hilo del asunto y no es otro, querido lector, que igual tienes el Covid y no te has enterado. Y sólo con la prueba de marras, te aseguras que lo tienes en tu cuerpo.

Cambio de asunto: las autoridades ya están observando que el que tenia ahorros, poco o mucho, ahora tiene mucho más. Y ya sabéis como es el Estado, siempre por nuestro bien, por supuesto, que mira con ojos golositos esos euros de más. ¿Cómo consigue quitártelos de tu cuenta? No necesita un hacker que te piratee tu clave de entrada y contraseña. Es mucho más fácil. Se llama inflación. El 20% mínimo, aunque oficialmente dirán que es un 6%. Con el aumento de los precios, sube la recaudación impositiva, vía impuestos directos, indirectos sin olvidarnos del iva. Por eso el tener ahorros en la cuenta, es un dinero que no sirve para nada (se lo dije hace como unos treinta años a un director de mi sucursal).  Si lo inviertes, puedes ganar, digo bien, puedes. O no. Quien gana seguro es el intermediario financiero con las comisiones y corretajes. Si el dinero en la cuenta no vale para nada, entonces o no lo tienes o si lo tienes te lo gastas. Bueno, con una excepción: aquellas personas, que gozan viendo un saldo elevado en su cuenta y sus ojos bailan al compás de los guarismos numéricos.

He terminado por hoy. Que paséis unas buenas fiestas del inicio de los tiempos gélidos. Y recordad: casi nada tiene solución, así que no os deis con la cabeza en un muro de piedra. Ya lo decía Dante: perded toda esperanza. Bueno creo que lo decía Dante, pero ahora no estoy muy seguro.


                    
              Mi amigo Javier, interpretando el magnífico concierto de Navidad. Zorionak!

miércoles, 1 de diciembre de 2021

CASI NADA ES LO QUE PARECE

Ayer, sobre las seis de la tarde, paseando por la vuelta del castillo capté esa imagen y me pareció curiosa: la clásica chimenea de un edificio, escupiendo hacia el cielo los gases de la combustión de, probablemente, la calefacción central. Pero es que justo encima, había una nube. Así que gracias a que ahora llevamos todos la cámara encima, hice la foto con un poco de zoom. El resultado es el que podéis ver. Pero lo curioso del caso es que, todas, todas las personas que vieron la foto, interpretaron que la chimenea formaba esa gran nube de contaminación. Nada de eso. La foto, no está ni trucada ni tratada con programa alguno. Así que la consecuencia es que lo que vemos, a veces, se interpreta de manera errónea, lo que nos lleva a pensar que casi nada es lo que parece. 

                                  


viernes, 8 de octubre de 2021

Sotillo de Cabrera

Debo reconocer que la escapada a Sotillo de Cabrera, me ha encantado, si se puede decir así. Hacía tiempo que C6, como le llamo yo a mi cuadrilla de seis personas, teníamos planeado irnos un fin de semana largo a una casa rural. La zona, no sé por qué razones, tenía que ser las Médulas, provincia de León. Y una delegación de la cuadrilla, en la que entraba un servidor, se encargó de buscar la casa rural. No os quiero aburrir mucho. Resumiendo diríamos que el pueblo donde está la casa llamada el balcón de Sotillo, está en ese pueblo al que es bastante complicado llegar. A unos quinientos sesenta kilómetros de Iruña, en una zona de minas de pizarra. El pueblo está a casi mil metros de altura. Te dicen que hay treinta y seis habitantes, diecinueve hombres y diecisiete mujeres, pero en los cuatro días no vimos más que a tres o cuatro en total. No hay nada, ni tiendas, ni bares, ni coches. Sólo el silencio y la naturaleza en su estado más primitivo. 

Con esos mimbres había que ver cómo estaba la casa y nos encontramos con una edificación que tiene más de trescientos años, pero perfectamente equipada. Lo más maravilloso era que, le dabas a la ruedecita de la calefacción y los radiadores se calentaban. Y cómo calentaban, hasta el punto que no había necesidad de encender la de las habitaciones de arriba. El calor pasaba del salón a través de los suelos de madera.

Termino: la noche del sábado a domingo, hubo un huracán, con vientos que pienso rondarían los cien kilómetros por hora. Lluvia de una intensidad descomunal. Y una sensación de estar protegidos tras las anchas paredes de trescientos años. Inolvidable. 


miércoles, 18 de agosto de 2021

OLA DE CALOR

Todos los medios de comunicación, nos han bombardeado con las terribles consecuencias de la ola de calor que se avecinaba: radio, televisión, twitter, facebook, whasapp, prensa, semanarios, diarios y un largo etcétera. Resumiendo: hacía tiempo que no pasaba tanto frío con una ola de calor. La consecuencia que extraigo es que, nos creemos más lo que nos dicen que va a pasar, que la constatación de lo que realmente está pasando. De nada. 

jueves, 12 de agosto de 2021

ALEXA

Reconozco que me he hecho un fan de Alexa, invento de Amazon. Y entre las muchas razones existentes, una de ellas es el poder controlar a distancia tomas de corriente y temas musicales a reproducir. Así que aprovechando estas novedosas tecnologías, descubrí que una forma sencilla y no demasiado cara de automatizar una emisora local de FM, es contar con Alexa 3 y Amazon Music, junto a los enchufes inteligentes 6, 7 y 8. Con los enchufes inteligentes, podemos apagar y encender a nuestro antojo la fuente de sonido Alexa 3, la mesa de mezclas 5 y la emisora 9. La selección musical corre a cargo de Amazon Music y todo ello controlado a distancia por medio de nuestro teléfono móvil.

Una emisora local de FM, consta de una fuente de sonido 3, un mezclador 5, una emisora 9 y por último la antena 1. La antena 1, va sujeta al mástil 2. Por otra parte, Alexa 3 tiene una salida de línea por medio de un mini jack estéreo 4, el cual se conecta a la entrada de la mesa de mezclas 5. Por medio de Amazon Music, se reproduce en Alexa 3 los temas que nos parezca.

Todo se controla por medio de Alexa 3, incluso los enchufes de la mesa de mezclas 6, Alexa 7 y la emisora 8. Por último, la salida de radiofrecuencia se envía a la antena 1 o a una carga artificial 11 por medio de un conmutador de dos posiciones 10.



jueves, 5 de agosto de 2021

LA RADIO DE GALENA

La radio de galena es, a mi parecer, la más simple que existe y tiene más de cien años de vida. De hecho fue el primer sistema de recepción que empleó la galena en vez del primitivo cohesor de Branly.

Tenía unos doce o trece años, cuando en una revista que nos repartían en el colegio, apareció un esquema con la radio. La revista era PPC y sus personajes eran Paco, Pepe y Colás de ahí lo de PPC. Pero en realidad PPC eran las iniciales de Propaganda Popular Católica que eran los que realmente editaban la revista. Era una manera de enmascarar a sus verdaderos autores, para que la religión quedase en segundo plano. Pero no fueron los únicos que hicieron algo parecido. Por ejemplo, la Universidad de Navarra, en realidad está registrada como Universidad Católica de Navarra. Así que el Opus Dei se ha encargado de quitar lo de Católica, supongo porque pensarán que de esta forma tiene mejor propaganda, mejor marketing.

Pero estoy divagando bastante. Vayamos a la radio de galena que es de lo que se trata. Una vez analizado el esquema, me puse a construirla, contando con los escasos recursos en material de electrónica, que había en la Pamplona de 1958. Recuerdo muy bien que lo más caro de todo el montaje eran los auriculares, que los compré en casa Luna de la calle Eslava con la paga que me dio mi tío el día de mi cumpleaños. El resto no se cómo lo conseguí, posiblemente en Eussan Radio, comercio propiedad de Matossi. La bobina Ultrason, los condensadores variables de 500 centímetros (picofaradios), el detector de galena, que posteriormente cambié por un díodo de germanio y el condensador fijo. Cable de conexión, hembrillas y la imprescindible caja de puros. A la hora de conectar los cables vino el problema. Como no tenía soldador, tuve que confiar en el que entonces era el novio de mi hermana, José Miguel. El me hizo las soldaduras y el invento funcionó,  después de conectar el cable de antena a una que llegaba hasta la terraza de mi casa y la tierra al radiador de la calefacción.

Sólo se escuchaban tres emisoras: Radio Requeté, Radio Popular, la de los dominicos y La Voz de Navarra, de la red española del movimiento (REM).

Recuerdo la admiración que desperté entre mis padres y hermanos, ya que hasta entonces estábamos acostumbrados a escuchar la radio enchufada a la corriente a través del voltímetro o voltio, como también se le llamaba.

Poco más que decir salvo que esa radio me proporcionó momentos inolvidables. Me iba a dormir con la radio y era una gozada, a pesar de que aquellos auriculares, me planchaban las orejas. Para terminar, deciros que es un buen ejercicio que os construyáis una. 





lunes, 7 de junio de 2021

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL SER HUMANO

Llevo varios días con la idea de escribir algo sobre la naturaleza del ser humano. Y lo realmente complicado es resumir lo que pienso de nuestra especie, teniendo en cuenta que, el hombre como tal, es algo minúsculo dentro de la inmensidad del  universo.

A la humanidad le podía haber dado por colonizar otros mundos, dar el salto hacia otras galaxias. Sin embargo, desde el principio, se dedicó a explotar la tierra, a considerarla de su propiedad y por lo tanto el siguiente paso fue el arrebatárselo al vecino mediante la violencia, llegando incluso a su eliminación. De ahí al nacimiento de todo tipo de guerras, no hubo más que un paso. El hombre lleva dentro de su código genético, el apropiarse de lo ajeno, la agresión hacia el más próximo. Pensad de dónde han salido los grandes propietarios, terratenientes y poseedores de inmensos bienes y fortunas.

Tanto en tiempos pasados como en la actualidad, lo que más prolifera por todos los lugares de la tierra son las guerras y su finalidad no es otra que el apropiarse de lo ajeno, sean bienes o materias primas. Las constantes guerras, disparan los gastos militares en todos los países, incluso los más pobres. Cíclicamente, tras cada guerra más o menos cruenta, se procede a la reconstrucción y es un bucle del que ni se sale ni se ven atisbos de salir.

Paralelamente, poco a poco se va destrozando el planeta, agotando sus recursos naturales, contaminando, alterando los frágiles ecosistemas, en una palabra, sentando los cimientos para que el ser humano desaparezca de la madre tierra. Que el hombre esté o no en la tierra, al universo en su conjunto, si se puede decir de esta manera, no le preocupa en absoluto. La vida, tal como la conocemos o de otra forma, puede surgir o ha surgido en multitud de ocasiones y sólo si hay un observador inteligente, es posible su apreciación. En caso contrario, es como si no existiera. 

Resumen: no somos tan importantes como pensamos ni el centro de nada, sino unos seres condenados a destruir y aniquilar todo lo que nos rodea, no para nuestra supervivencia, como hacen otros animales a los que denominamos irracionales, sino que en nuestro caso se dan otras connotaciones de dominio, acumulación y poder, extraordinarias. Un ejemplo práctico: supongamos que "alguien", tiene una fortuna de unos doscientos mil millones de dólares. ¿Pensáis que se conformará? Nada más lejos. Esa persona, mientras viva, seguirá acumulando sin límite alguno. 

Soy pesimista. Pienso que no tenemos remedio. Seguiremos así hasta terminar con todo. No hay más que ver las millonadas que se destinan a armamento de todo tipo, en comparación con lo que se invierte en educación, sanidad, asistencia social, etc. etc. Insisto: el que tiene mucho, no para hasta conseguir más. Hay cálculos que nos dicen que hay suficiente para toda la humanidad en lo que es necesario: alimentación, educación, sanidad, vivienda etc. Pero esto no será así. Cada vez menos gente acumula mucho más.

Creo que, es una minoría de la población mundial la que tiene ese registro de violencia extrema. Esa necesidad imperiosa de dominar, depredar, destruir, robar, etc. etc. Pero claro, aunque sean una minoría, son los que tienen todos los recursos materiales, por lo que les resulta muy fácil tener sometido al resto de rebaño. 

Hace muchos años, un compañero de clase me soltó aquello de que unos nacen para mandar y otros para obedecer. Teníamos unos trece o catorce años. ¿Dónde lo habría oído? Pienso que nacemos con el destino marcado, del que nos es muy difícil escapar. En este asunto, comparto las tesis de Guillermo de Ockham, en lo que respecta a la predestinación. 

Somos una insignificancia a escala cósmica. El universo en su conjunto lleva unos catorce mil millones de años y los humanos, como seres inteligentes unos trescientos mil. Así que aunque nos carguemos la tierra  y desaparezca la mayor parte de los seres vivos, en la escala de todo el universo, no pasa absolutamente nada. 

Estoy convencido de que la humanidad se podría salvar si se pusieran en práctica unas medidas relativamente simples, ya que, nuestras necesidades básicas son el alimento, vivienda y vestido. Luego lo complementamos con educación y sanidad y con este sencillo truco, la tierra, la humanidad se podría escapar del desastre. Pero pienso que nada de esto va a suceder y continuaremos con la escalada destructiva. 

Vivir en una comunidad así ya existe: se llama Auroville, en el sur de la India. No hay dinero, no hay propiedad privada. El que vive allí, asume las normas y para satisfacer sus necesidades trabaja cinco horas diarias, ya que lo que realmente vale, no es el dinero, sino el tiempo. Y luego viene Samsung y me manda un correo que literalmente me dice: ¿nos regalas un poco de tu tiempo? Qué morro tienen. Ya directamente te piden que les regales lo que más valor tiene, que no es otra cosa que el tiempo, o si queréis el trabajo desarrollado en ese tiempo.

Final: mi visión sobre el ser humano, no puede ser más pesimista. Caminamos de forma inexorable hacia la destrucción total.