viernes, 31 de enero de 2020

Mientras dure la guerra

Magnífica película de Alejandro Amenábar. Un retrato, para mi gusto, muy fiel de lo que ocurrió en Salamanca en los primeros momentos del golpe de estado de 1936, con la figura central de Miguel de Unamuno. Película impecable, como todas las de Amenábar.

Pero yo, que soy un adicto a las radios de época, descubro algo que para mí resulta muy extraño: en la casa de Unamuno, aparece una radio que no se corresponde en absoluto a las de 1936. Estamos hablando de un tipo de radio, con teclas de plástico, que comenzó a comercializarse a principios de los años 50. 

Y me resulta increíble que un director que, supongo, manejará presupuestos muy altos, con equipos de atrezzo cualificados que miman el detalle, tenga ese descuido. Pese a todo, ésto no le quita valor a la película y dudo que haya mucha gente que se fije en el cambiazo.

No creo que esto que escribo llegue a saberlo Amenábar algún día. Mi página, según sé, la visitan muy pocas personas. Algún amigo, al que le comenté el asunto, me sugirió que me pusiese en contacto con el director, algo que evidentemente no puedo hacer: no sé su teléfono.


Por si alguien piensa que la foto no corresponde a la película, aquí coloco el trozo de cinta donde se ve la radio a la que aludo.

                                           

Termino colocando la radio que según creo, es la que aparece en la película. Se trata de una Philips Mod. BE-662-A, fabricada por Philips Ibérica (Copresa), en 1956. O sea, veinte años después de la escena.




La imagen la he sacado de la magnífica colección de radios de Fernando Maestre.


jueves, 9 de enero de 2020

El día después

Con este vídeo se completa la saga de tres entregas que resume de una forma perfecta las simpáticas, entrañables, cariñosas y familiares fiestas navideñas, con sus terribles consecuencias  para la cartera y el estómago. 

La humanidad, estoy convencido, es sabia y si había enormes colas en la puerta de unos grandes almacenes a las diez menos un minuto del día 5 de enero, no eran menores las existentes a la misma hora pero del día 7, supongo que por diferentes razones. 

Que disfrutéis del vídeo


lunes, 6 de enero de 2020

Miniaturas (3)

Bueno, creo que por ahora ya vale de miniaturas. Hoy, día seis de enero, se cumplen los veintitrés años de su fallecimiento. Justo en ese momento, José María, tenía los años que ahora tengo yo. Por lo que está claro que no me entero del paso del tiempo, ya que en 1997 a mí me parecía que era muy mayor. 

Su currículum era realmente importante según podéis ver:


De ahí deduzco que al menos por títulos, tuve un profesor competente. No tanto el alumno. Recuerdo que en 1996 el hombre casi llegó a la desesperación cuando me decía: haces lo más difícil que es dibujar y fallas en el color que es lo más fácil. Fui bastante mal alumno, todo hay que decirlo, pero le ajustaba las radios y la televisión.

De hecho, nos conocimos en 1987 por medio de un amigo común y para él, además de empleado de banco, era el experto en telecomunicaciones. Jamás le comenté que era pintor aficionado, hasta que en 1994, hice seis acuarelas con tan mala fortuna que las vio expuestas en una tienda de venta de material artístico. Me llamó como un rayo al banco y se ofreció a darme clases en su estudio. Yo no le hice ni caso, porque conocía su fama como restaurador y miniaturista y evidentemente no tenía el nivel. Pero tanto insistió que no me quedó más remedio que ir a su casa todos los martes y jueves de 6 a 8 de la tarde. Y anduve durante dos años viendo cómo él realizaba las miniaturas que voy colocando, mientras escuchábamos a Encarna de tarde y a Julia Otero. 

Fue una experiencia maravillosa, porque me contaba cantidad de historias de cuando estuvo en Italia. La pena no haber profundizado más en lo de las falsificaciones y en todo lo relacionado con Paul Cooremans. Basta de rollo. Ahí os va la última miniatura. La próxima entrada será otra cosa, que ni siquiera se qué va a ser. 


Plaza


domingo, 5 de enero de 2020

Miniaturas (2)

A vueltas con mi profesor, al leer su extenso curriculum, descubro que fue alumno de Paul Cooremans. Y, ¿quién es Paul Cooremans? Bueno pues resulta que este señor es ni más ni menos el perito nombrado en el juicio del falsificador Han van Meegeren, personaje curioso donde los haya, que logró engañar al mismísimo Hermann Göring. 

En el juicio de Nüremberg, Hermann Göring fue condenado a muerte y al descubrir el Veermer que obraba en su poder, tirando del hilo llegaron hasta la persona que se lo vendió. Entonces detuvieron a Meegeren y cuando la sentencia iba a ser de muerte, por vender patrimonio Holandés, confesó que lo había hecho él. Y eso le salvó de la muerte, aunque por otras causas falleció enseguida, en 1947.  Bueno pues Paul Cooremans, fue efectivamente el que certificó que el Veermer había sido pintado por Meegeren, lo cual le valió numerosos ataques de coleccionistas que había sido engañados. 

La historia de las falsificaciones tuvo su apogeo a principios del pasado siglo XX, fundamentalmente entre millonarios norteamericanos, que habían sido estafados. Todo este rollo, para decir que mi profesor tuvo de maestro a alguien verdaderamente importante en el mundo del arte. Ahí os va otra magnífica miniatura suya. 


Bosque

jueves, 2 de enero de 2020

Miniaturas (1)

Esto que veis más abajo es una miniatura realizada por el que fue mi profesor de acuarela, José María Rodríguez Azcárate, entre los años 1994 y 1996. Ahora se cumplen los veintitrés años de su fallecimiento y jamás olvidaré todo lo que aprendí en su estudio del Paseo de Sarasate. Pero lo más sorprendente es su colección de miniaturas, realizadas sobre marfil, con la técnica de la acuarela y colocando los colores punto a punto, de forma que por yuxtaposición se formase una trama pixelada. El pincel era de un solo pelo y empleaba una gran lupa, a la vez que usaba mascarilla para evitar cualquier partícula de su propio aliento. El resultado como podéis ver era espectacular. Ese fue mi profesor y por supuesto jamás le llegué, como se dice, a la suela del zapato. Siempre me repetía lo mismo: mira, lo mejor que tienes para dedicarte a la pintura es que trabajas en un banco. Ahí lo dejo, que cada cual saque sus conclusiones.

A reseñar lo que me contaba en referencia a la cantidad de falsificaciones que existen de los mejores pintores del mundo. Como certificación de esto que os digo, no tenéis más que enredar en Google y colocar los nombres del dirigente nazi Hermann Göring y del pintor coleccionista Han van Meegeren. Si estáis leyendo ésto, manejáis internet, así que no tengo que daros más explicaciones. Muy interesante el asunto para que descubráis la cantidad de obras famosas que se falsifican, con certificado de autenticidad, por supuesto. Mi profesor, me decía con sorna, que algún pintor famoso tendría que haber vivido trescientos años para poder realizar toda la obra que está por ahí en museos y colecciones particulares. Si hay dinero por medio, siempre que sea mucho, puede haber trampa.

José María, hacía estas magníficas miniaturas, pero no era lo único: el retrato, lo bordaba. Supongo que su obra estará en manos particulares.



La recepción

miércoles, 1 de enero de 2020

2020. Zorionak!


Hace 18 años, o sea en 2002, justo a las 12 de la noche los cajeros automáticos comenzaron a dar billetes de euro. Y recuerdo que fui uno de los muchos que acudieron a uno de ellos a sacar dinero. Recuerdo también que bastantes compañeros del banco tuvieron que estar trabajando a esas horas, para vigilar que todo fuese bien. Y qué mejor que celebrar la entrada del año nuevo con nuestro artista invitado que está demostrando madera de actor. Zorionak denontzat!

jueves, 26 de diciembre de 2019

Feliz 2020

Esta es una manera de no tener que esperar hasta las 12 de la noche del día 31. De esta forma, te puedes poner las campanadas a la hora que mejor te parezca e incluso darle a pause si es que andas mal para tragar las uvas. Kokodrilo y yo, os deseamos un buen año. Urte berri on!