domingo, 18 de diciembre de 2016

Navidad

Bueno, un año más llegó la Navidad. Lo que voy a decir es una tontería, pero que sepáis que esto sucede cada 365 días (este año por ser bisiesto 366). Mucha gente de mi entorno se enfada y despotrica de la Navidad. A casi nadie le gusta y esto mismo lo vengo diciendo en los últimos años. Es algo inútil cabrearse con lo irremediable. Llegan y se acabó. Además al final hasta uno se lo pasa bien con las celebraciones familiares, donde las broncas suelen de ser de campeonato, sobre todo con los cuñados y siempre ayuda darle al jarro un poco más de la cuenta.

Os presento un vídeo. No os puedo pedir que lo visionéis, porque eso sería mucho pedir. Supondría una fidelidad inquebrantable a esta página. No me atrevo a pediros tanto. Además, incluso las personas más allegadas a las que les he hecho un pase privado, me dicen; ¿hay que verlo entero?  Las explicaciones sobran, por lo tanto ahí va. Ah, se me olvidaba: que paséis unas felices fiestas de invierno. ZORIONAK!


sábado, 10 de diciembre de 2016

Sobre los errores al pintar acuarelas

Ya he explicado algo que me pasa cada vez que me pongo en tarea con un nuevo cuadro. Para los tres o cuatro que pueden seguir este absurdo blog, les diré que los errores se pagan y de entrada rompes la acuarela cuando te sale mal y la arrojas con saña a la papelera. Acto seguido la repites, la misma claro. Llegas a terminarla y queda lo suficientemente bien como para no tener que volver a tirarla.

De aquí sacamos una conclusión: no es lo mismo romper una cosa, que prenderle fuego. En el primer caso se puede recuperar pero en el segundo no. La humanidad camina ahora más por el asunto de quemar lo que no sirve, más que enterrarlo una vez troceado. Una vez terminado el cuadro, enmarcado y todo, de repente me acuerdo de los trozos tirados a la papelera. Con gran trabajo, pues había que sacarlos entre mil papeles, los recuperé y pude reconstruir el puzzle, tarea ardua donde las haya. Luego el consiguiente pegado y ahí tenéis el resultado.


La visión casi parece fantasmal. Me pregunto por qué oscuras razones, he guardado el cuadro roto y pegado durante diez y ocho años. Todo un auténtico despropósito aparentemente, pero nada más lejos de la realidad. Ahora, hoy para ser exactos, estoy con otra acuarela que, en sus inicios me acarrea grandes dificultades. Sólo la tranquilidad que me produce el poder romperla en mil trozos y poder seguir con una nueva, me anima a lo más importante de toda esta historia: no tener miedo ante un papel blanco. Al fin y al cabo, el resultado de la siguiente acuarela, está reservado a una de las siete u ocho personas que hay en el mundo, a las que les gusta alguna de mis pinturas. Ya para terminar este discurso amorfo, coloco la acuarela definitiva del mismo tema, que no es otro que el recibidor del Grand Hotel que había en Iruña, en la Plaza de San Francisco (hoy biblioteca municipal).




jueves, 8 de diciembre de 2016

El hecho de pintar

Hoy me he metido de lleno con una acuarela, que en realidad no es creación mía, sino una copia de un cuadro de Edward Hopper. Y me digo a mí mismo: no copies nunca más la obra de otro pintor. En este caso tengo la escusa de que es el cliente, en este caso clienta, quien me lo ha solicitado. Nunca copies a otros pintores me digo a mí mismo una y otra vez y nada, ni caso.

Hay que tener en cuenta que, la acuarela en la que estoy trabajando, está dibujada desde hace algunos días y claro, cuando se trata de empezar a dar el color me entra como si dijéramos un vértigo increíble, mal de altura lo llamo yo. Así que hoy he roto el hechizo o maleficio y la obra avanza.

En el fondo es el miedo a equivocarte y que todo se vaya a paseo. El óleo en ese aspecto es mucho más amable que la acuarela, porque dejas secar y pintas encima. Y de esto quería hablar hoy. De los tiempos en que los óleos los hacía en una sesión de una hora como mucho. Trabajaba el óleo igual que si fuera la acuarela. Ahí os presento un cuadro pintado nada menos que en 1964, hecho de una tacada.

Volviendo a la acuarela y a ese miedo a equivocarte, debo tener muy claro que si pasa eso, se rompe y se hace otra. De hecho, hace como unos veinte años, hice una acuarela, me equivoqué, la rompí y la volví a hacer. Luego en vez de tirar los trozos a la basura los pegué y aún la tengo. 

Lumbreras: verano de 1964

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Amphicar

Antes que nada debo decir que, la acuarela que veis más abajo representa un Amphicar navegando por lo que parece un lago. El cuadro es propiedad de Iker, autor intelectual del cuadro. Hace aproximadamente unos dos años, mientras  Iker veía un programa de restauración de vehículos, apareció el coche del cuadro en muy mal estado y tras una serie de actuaciones de los mecánicos y chapistas, quedó como recién salido de fábrica. Inmediatamente, creo recordar,  Iker me mandó un whasapp con la foto, pidiéndome que le hiciera una acuarela para llenar un hueco del pasillo. Lo mío con los cuadros es algo serio: casi dos años para hacerlo y un año desde que lo esbocé. Por fín, para alegría de Iker, lo he terminado y ahí veis el resultado.

Del amphicar pensaba explicar toda su prolija historia, pero voy a pasar de ello. Si leéis ésto, tenéis la suficiente cultura informática como para saber todo lo imaginable sobre este vehículo. Sólo apunto que se fabricó entre 1961 y 1968, que la mayor parte de estos autos se vendieron en los EEUU y que la fábrica cerró cuando prohibieron su importación. Por cierto, el fabricante, un tal Hanns Trippel, hacía los vehículos anfibios para Hitler, durante la segunda guerra mundial. Eso, como comprenderéis, le trajo algún problema con los aliados. 



lunes, 8 de agosto de 2016

Venecia

Sí, lo reconozco: Venecia me ha enamorado. He vuelto de Venecia con la idea de volver de nuevo. Nunca lo hubiera pensado. Es la ciudad más bella que he conocido en mi vida, lo cual no es decir nada si no especifico el número de ciudades y lugares que he visto en mi vida. Y no os lo voy a decir. 

Vayamos por partes. Corría, o no, vaya vd. a saber el año 1995, cuando recibía clases de pintura en la modalidad de acuarela, con el que fue un famoso restaurador local y miniaturista, José María Rodríguez Azcárate. Las clases eran todos los martes y jueves, en su domicilio y además de las clases hablábamos de mil asuntos, cotilleábamos de lo lindo e incluso le ajustaba alguna radio que otra, televisores, vídeos, etc. etc. 

Uno de los ejercicios que me puso, fue hacer una copia de una postal donde estaba reproducido un cuadro de Michele Marieschi. Eso formaba parte de la rutina de las clases, así que no me quedaba más remedio que hacerlo. ¿Y qué tiene que ver esto con Venecia? Pues ni más ni menos que el tema era una vista de la iglesia de San Giovanni e San Paolo. Así que para que sepáis de qué hablo, ahí os va el cuadro. 


El asunto tenía sus dificultades, ya que la postal era muy pequeña. Además el hombre era muy exigente y por lo que sea, quería que la reproducción fuera exacta. La verdad es que veintiún años después no se por qué se empeñaba en que hiciera copias idénticas. Posiblemente intentaba enseñarme con resultado dudoso, lo que él hacía tan bien: miniaturas a partir de cuadros muy conocidos. Empleaba un soporte de marfil y en vez de pincel empleaba un pelo para aplicar la pintura punto a punto. Recuerdo que vendía las miniaturas a un precio muy alto y como se dice, se las quitaban de las manos. No creo que haya muchos como él a nivel mundial. Sin embargo, hoy, diez y nueve años después de su muerte casi nadie se acuerda de este hombre. Siguiendo con la historia y como de lo que se trata es hablar de lo mío, a continuación ahí os va lo que yo pinté en 1995, acuarela y lápiz sobre papel, con un tamaño aproximado al de un folio.



De Michele Marieschi poco os puedo decir que no podáis ver vosotros en la web. Murió muy joven, tenía un alumno llamado Francesco Albotto, el cual a su muerte se quedó con el negocio, con la obra y además se casó con su viuda. Aquí se cierra el círculo y no quiero insistir mucho, salvo en una cosa curiosa: realizó el mismo cuadro con una ligera variación, que ya que sois tan listos, descubriréis enseguida.


Como os podréis suponer, en Venecia mi obsesión era encontrar el modelo original, esto es la iglesia de San Giovanni e San Paolo. Una vez más los teléfonos actuales e internet me ayudaron muchísimo. De no ser por ellos, en vez de dos días en Venecia, tendría que haber estado una semana pateando callejuelas y canales. El cuadro es de 1731 aproximadamente y lo que está claro es que hoy, desde el ángulo desde el que se pintó no se ve ni la iglesia ni la estatua. En la caótica Venecia, construyeron la casa que veis a la derecha, no se cuántos años después, pero supongo que no muchos.


Y así pude quitarme una obsesión sobre este cuadro, que ha durado más de veinte años. Como cosa curiosa deciros que tuve mis dificultades, ya que por razones que ignoro, en la postal del modelo que en su día me dio el profesor, en vez de Marieschi, ponía Mariescky. Y claro, Google no perdona.


Y para terminar descubro que la casa de la derecha se tuvo que construir entre 1732 y 1738, fecha de terminación del cuadro de Bernardo Belloto, que por casualidad lo acabo de descubrir. El cuadro cuyo título es la Escuela de San Marcos, fue pintado entre 1738 y 1740. Así que misterio resuelto.


El año 2019, realicé este cuadro a partir de la foto de 2016 que esté un poco más arriba. Creo que con esto se acaba esta entrada y además no se si está bien colocar elementos de algo publicado tres años antes. Pero me da igual.








viernes, 1 de julio de 2016

San Fermín

Acabo de pasar por el casco viejo de Iruña y la actividad presanferminera es frenética. Se podría decir que todos, todos los gremios, están trabajando. Claro, viernes, día uno de julio y las nueve y media de la mañana. Ni siquiera es la hora del almuerzo. El mundo se acaba justo a las doce  en punto del día seis. Hay que terminar todo antes de esa fecha. He visto incluso algún bar totalmente destrozado y en obras de cara a terminar justo para ese día y a esa hora. La verdad es que, no se cómo lo lograrán.

Pero casi nadie se plantea que a partir de las doce del día seis, hay otros muchos para los que comienza su endiablada carrera laboral. Incluso hay gente, para los que esta es su única actividad remunerada, justo durante el período festivo. Al que esto escribe también le tocó currar en estas fiestas. Y no os podéis imaginar lo pautado, regulado y controlado que está todo, pese a la apariencia de desmadre y anarquía: tarjeta para ésto, pase para esto otro, que si ahora no puedes pasar porque la autorización es a partir de las diez, etc. etc. Las calderas están a tope para que todo funcione bien. Hay un mundo subterráneo con muchos actores y donde cada protagonista, cree ser el rey de la fiesta por una semana. Y una vez terminadas, hasta el año que viene.

La foto es del programa de fiestas de 1980. ¿Dónde estabas entonces? ¿Te acuerdas de algo? Muchos, por supuesto, ni habían nacido. Felices fiestas! Zorionak!



miércoles, 1 de junio de 2016

RADIO

Sí, lo confieso: Me gusta la radio desde que era un chaval. Es como si tuviera una atracción fatal hacia los aparatos de radio de cualquier tipo, de lámparas, de transistores, modernos, actuales, etc. etc. También me gustan las que vienen integradas en los teléfonos móviles.

Y...¿a qué viene este prólogo? Pues a que estos días algo está ocurriendo en el dial de la frecuencia modulada en la vieja Iruña. Y no es otra cosa que la aparición de Euskalerría Irratia en el 98.3 de la f.m., con una señal potente y limpia. Hasta el pasado 18 de mayo, esa frecuencia estaba siendo ocupada por la radio de la Universidad de Navarra.

Vamos a hacer un poco de historia. En Iruña, la primera vez que una radio transmitía íntegramente en euskera de una forma regular fue en 1984. Con anterioridad se asomaba al dial pero de una forma esporádica. La transmisión se hacía desde un domicilio con una potencia muy pequeña, pero suficiente para cubrir casco viejo y ensanches. En realidad era un mini repetidor de Euskadi Irratia y así se mantuvo hasta que cambió de emplazamiento en 1985. En 1988 Euskalerría Irratia comenzó sus emisiones regulares y de forma paralela su particular travesía por el páramo, en busca de la licencia de emisión. 

Han tenido que pasar veintisiete años, para que se le conceda licencia. Trampas, trabas, recursos judiciales, engaños, etc. etc. Los que mandaban aquí, en el período que llaman democrático, no han disimulado su odio al euskera, persiguiéndolo con saña, poniendo todo tipo de obstáculos a una emisora que cumpliendo todos los requisitos para poder emitir, se le ha negado una y otra vez. Al final, una decisión judicial determinó que el primer reparto de frecuencias de 1998 se hizo mal. Una de las adjudicatarias fue net 21, que desapareció y la otra fue a parar a la facultad de periodismo de la Universidad de Navarra, que no la necesitaba para nada, ya que siempre tuvo un estudio de radio para las prácticas de los alumnos de periodismo. Sobran los comentarios.

Euskalerría Irratia comenzó sus emisiones en el 98.3 de la f.m., el pasado 30 de mayo a las 7 horas y 25 minutos. En realidad el transmisor estaba en marcha, en pruebas, desde el viernes 27.

Hablando del transmisor y antenas. En estos 32 años, han estado en cinco sitios diferentes, por lo que el emplazamiento actual es el sexto y esperemos que sea el definitivo.

Y, de la etb ¿qué? me preguntaréis. Pues tengo que decir que no se absolutamente nada. Espero que se solucione cuanto antes.

En el 91.4 de la f.m., se ha colocado un bucle avisando de que Euskalerría Irratia ha emigrado al 98.3 Una voz incansable nos lo recuerda durante las veinticuatro horas del día.