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martes, 3 de diciembre de 2024
lunes, 4 de noviembre de 2024
ELEGIA (M. Hernández)
En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo, Ramón Sijé, a quien tanto quería.
No quiero ser llorando el hortelano,
de la tierra que ocupas y estercolas
compañero del alma, tan temprano
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento
a las desalentadas amapolas
Daré tu corazón por alimento
tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler, me duele hasta el aliento
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida
un empujón brutal, te ha derribado
No hay extensión más grande que mi herida
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida
Ando sobre rastrojos de difuntos
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada
temprano estás rodando por el suelo
No perdono a la muerte enamorada
no perdono a la vida desatenta
no perdono a la tierra ni a la nada
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes,
sedienta de catástrofes y hambrienta
Quiero escarbar la tierra con los dientes
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte
Volverás a mi huerto y a mi higuera
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
De angelicales ceras y labores
volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas
compañero del alma, compañero.
sábado, 2 de noviembre de 2024
DANA
Esta entrada va a ser breve, muy breve. Todos estamos informados hasta la extenuación de lo que ha sucedido en Valencia. Horas y horas de imágenes, conexiones, datos, cifras, comentarios y demás.
Pero no hay ni un solo medio de comunicación que haga referencia a algo muy simple: cualquier asentamiento humano en cauces secos, está en peligro. A veces tan remoto que no sucede en cientos de años, pero puede suceder.
Os invito a un pequeño ejercicio: id contando la cantidad de edificaciones construidas en conos de deyección, cauces secos, rieras, etc. etc. Pensad sólo en eso. Descubriréis que son cientos de miles las personas que viven ahí.
Termino: Iruña ciudad de lujo en este aspecto. Con sus cuatrocientos y pico metros sobre el nivel del mar y asentada en un alto, jamás sufrirá las consecuencias de los embates de Dana alguna.
viernes, 1 de noviembre de 2024
LA NOUVELLE CUISINE
Está de moda la alta cocina. Y me da en el morro que, es uno de los mayores timos que venimos soportando en los últimos tiempos.
Todo se debe a que, debido a una serie de circunstancias, me está tocando cocinar. Y claro, cuando degusto mis propios platos, me acuerdo de las diferentes bazofias que he ingerido a lo largo de mi vida en diferentes figones, a precio de oro.
No voy a citar el nombre pero me voy a centrar en un restaurante en el que alguna vez he pedido solomillo. No suelo repetir porque siempre se me hace difícil de masticar. Igual no es de ternera, no se. Pero sí recuerdo el año 2019, ya que un sobrino, agradecido por la reparación de una radio de época, nos regaló un menú para dos, en el Altxunea de Ituren. Y se me quedó grabado lo bueno que estaba el solomillo que entraba en el menú, así como la merluza a la brasa. Resultó ser el mejor solomillo de ternera que había comido en toda mi vida. Y ahora viene lo realmente bueno: he aprendido a hacerlo, acompañado de pimientos del pikillo. Bueno, pues resulta que el mío es mejor que el del Altxunea. El secreto, la calidad del producto y la especial manera de cocinarlo.
El otro día, hice patatas a la riojana. Me salieron tan buenas que casi se me caían las lágrimas. Y me hice la siguiente reflexión: si el nominado y famoso cocinero afincado en Madrid, en alguno de sus afamados restaurantes me saca estas patatas, le pago quinientos euros y le dejo cien de propina. Pero la realidad no es así. El año pasado sufrí una cena en uno de sus restaurantes y a mí me pareció auténtica basura. Eso sí, basura pagada de nuevo a precio de oro.
Y es que, la gente que tiene dinero, disfruta malcomiendo para luego presumir de lo que ha pagado. Es como aquel que tiene un cuadro de millones de euros, para presumir ante las visitas y que por supuesto no le gusta nada.
Estuvimos no hace mucho en otro restaurante de campanillas, próximo a Iruña, con no se si una o dos estrellas Michelín. Estábamos dos parejas en el comedor y siete personas entre cocineros, camareros, sumiller, etc. para atendernos. En un momento determinado, se acercó el chef, siempre se acercan a ver qué tal y claro hay que decir que bien. Nos contaba que hay gente que viene en su jet, para comer en su restaurante. Un jet que cuesta millones de euros.
¿Sabéis qué fue lo que más me impresionó y quedó grabado en mi memoria de otro restaurante de fama mundial? Que al llegar, que por cierto llovía a mares, un empleado me pidió las llaves del coche para aparcarlo. Después de la comida se acercó el chef, que a ver de dónde éramos y tal y cual.
El año pasado fui a comer con un amigo a un restaurante especializado en arroces. Pedimos ambos lo mismo: arroz con almejas. ¿Sabéis lo que le dije a mi amigo? Que el que hago yo, es muchísimo mejor.
En general y salvo excepciones, todos el mismo cuento. Precios desorbitados para comer bastante peor que la comida que un jubilado que no tiene ni puta idea de cocina, prepara a diario.
Cocinar es como pintar. Como ahora no pinto, cocino. Además la ventaja es que aunque no pinto no importa, pues los cuadros no me los puedo comer, mientras que lo que cocino sí. Y qué a gusto.
Los mejores restaurantes tienen la cocina a la vista. Alberto Chicote ya nos da la pista en sus programas de tv, de cómo están las cocinas de muchos restaurantes. Un conocido mío, que trabajó en la cocina de uno de ellos, me dijo que si viéramos lo que realmente pasa en casi todas las cocinas, no pisaríamos un restaurante en la vida. Somos fuertes y nuestro sistema inmunitario, de momento, puede con todo. Y por favor, que no se sienta señalado si algún cocinero es de los que tienen la cocina como los "chorros del loro".
Pocos restaurantes me gustan, para qué os voy a engañar. Me quedo con Casa Arteta en Markalain y poco más, porque el Altxunea de Ituren, ha chapado por jubilación.
Me alegra, sobre todo pensando en el sector de hostelería que, después de la pandemia, sea casi imposible comer en restaurante alguno, si no es mediante reserva. Yo seguiré comiendo, faltaría más, pero a poder ser en casa. Además la pista la tenemos con ese magnífico programa que emite RTVE llamado "las recetas de Julie". Ahí se muestra que la mejor comida es la hecha por buenos cocineros en el fogón de casa.
Encima, internet no ayuda mucho: hay gente que se guía por las opiniones en páginas web y demás foros. No se dan cuenta que esas opiniones, sean buenas o malas, no sirven de nada, pues lo mejor es comprobarlo por ti mismo. No olvidemos el aforismo de la Codorniz, revista humorística de los años 50: "donde no hay publicidad, resplandece la verdad".
Termino: tengo un capricho. Comer en el restaurante Troisgros, en Ouches, Roanne (France). Tienen la cocina a la vista.
miércoles, 16 de octubre de 2024
APARECER EN LOS LIBROS
Yo creo que a mucha gente le apetece que le saquen en un libro, sobre todo si el autor es muy conocido. Eso es un reconocimiento y me da la impresión que les importa un pepino que se hable bien o mal de ellos: lo importante es que se hable.
Esto viene al caso a un vídeo que he visto hace poco, donde invitaron a Miguel Sánchez Ostiz en el Insituto Cervantes de Dublín, a una charla coloquio sumamente interesante, como reconocimiento a su larga carrera como escritor, su numerosa obra y haber escrito sobre Dublín en alguno de sus libros. Miguel es un escritor del que tengo casi todos sus libros. No hace falta decir que me gusta mucho, pero lo digo.
En un momento de su disertación, Miguel, en cuanto a lo de aparecer la gente en sus libros, dice: "Te hacen ver que no les gusta lo que escribes, porque se reconocen todos. El que no se reconoce, tiene un amigo que le dice a la oreja: tú también sales" El libro de marras titulado "Las Pirañas", refleja acontecimientos de la provinciana y clerical Pamplona de los 80. Recoge a una serie de personajes, en una época en la que comenzó la avalancha de la cocaína y también fue un momento de corrupción política de altos vuelos y aquello era muy reconocible. Y claro continúa Miguel diciendo: "Mira quién está aquí y luego la gente se enfada y te sacuden".
Pero se hable mal o bien, siempre hay un secreto deseo de aparecer en un libro. Kokodrilo no iba a ser menos y pese a mi insignificancia, aparezco en dos que yo sepa: uno publicado en 2015 y otro que acaba de salir este 2024. Ahí abajo van.
jueves, 3 de octubre de 2024
UN JUNTALETRAS: JUAN MANUEL DE PRADA
Confieso que alguna vez he leído artículos suyos en suplementos cuyos nombres he olvidado. Me parece que escribe bien, sin entrar en sus filias y fobias políticas.
Miguel Sánchez-Ostiz, escritor de Iruña del que he leído casi todos sus libros, hacía comentarios elogiosos del último libro de de Prada, titulado "Mil ojos esconde la noche". Confié en el criterio de Miguel y lo compré. Lo leí, me gustó, algunas cosas me parecieron horrendas y me sorprendieron ciertos juicios sobre personajes muy conocidos por todo el mundo, incluso para gente que no ha visto un libro ni por equivocación.
El otro día, mi hijo me envió el siguiente mensaje: "No se imagina de Prada lo mal que van a envejecer este tipo de filípicas", adjuntando un texto publicado en el ABC, bajo el título "Una monstruosidad que se paga cara". Al leer el artículo se me pusieron los pelos de punta (sí, lector, pese a lo viejuno que soy, tengo toda la cabellera). En el mencionado artículo, alude dos veces al "principio de autoridad", justo las misma palabras que empleaba Mola en sus diarios o lo que sea. A temblar. Por supuesto, la segunda parte del libro, que debe estar escribiendo ahora, tendrá un comprador menos.
jueves, 26 de septiembre de 2024
LLAMADAS TELEFÓNICAS
Desde siempre hemos recibido llamadas telefónicas, normalmente con un interés comercial o de venta. Pero lo que está pasando en los últimos tiempos, supera todo lo imaginable.
En mi caso, pese a los bloqueos diarios, recibo tres o cuatro llamadas que siempre cojo, porque tengo un amigo que es un desastre y cuando no pierde el teléfono se queda sin batería, eso sin contar las veces que pide prestado el móvil a cualquiera, para llamarme.
Os voy contar lo que hago ahora con las llamadas invasivas. En primer lugar respondo con un "digaaaaa" con voz de caverna, para acojonar, vaya. Luego hay tres posibilidades. La primera es que no obtengamos respuesta y cuelguen, con lo que a muchos les picará la curiosidad y devolverán la llamada. No lo hagáis, porque puede ser un sistema de llamada tarifada y os puede llegar una factura de teléfono bestial.
La segunda posibilidad es que te respondan. En este caso, siempre pasa un rato hasta que entra la voz del operador y tras preguntarte si eres fulanito, yo siempre les digo: ¿Quién llama? Tengo que insistir porque se resisten a identificarse. Normalmente te dicen la empresa, bien de telefonía, de luz, de lo que sea. Acto seguido les digo: no admito llamadas de compañías. Muchas gracias. No admito llamadas de compañías y cuelgo.
La tercera posibilidad es cuando realmente te llama tu auténtica compañía de telefonía. De todas formas si es tu compañía o no, es difícil saberlo. Cuando te dicen tu nombre y apellidos y afirman que tienen una oferta interesante para ti si te mantienes un año con ellos, es cuando respondo: ah, pues muy agradecido, pero si no le importa, dígame la oficina más próxima a mi domicilio y me pasaré. Como este supuesto aún no ha sucedido, estoy a la espera de la llamada.
Es difícil hoy día saber exactamente quién te llama, si es una empresa normal o un timador. Yo pienso que la mayoría son fraudes, porque este negocio debe de ser tan fabuloso, que está superando en beneficios al de la droga. Grandes oficinas con decenas de empleados, ante la pasividad de las autoridades que, por supuesto, tienen cosas más importantes que hacer.